Inseguridad rural en Salto: robaron 33 vacunos y se encienden las alarmas en el campo


En Salto, un productor sufrió la inseguridad rural, que se ha convertido en un problema acuciante para el sector agropecuario de la provincia de Buenos Aires, y un reciente incidente en Salto ha vuelto a poner en relieve la vulnerabilidad de los productores en áreas rurales. Horacio Aguilar, un pequeño productor agropecuario de la zona, reportó el robo de 33 cabezas de ganado vacuno en su campo, un hecho que no solo afecta su economía, sino que también genera un profundo impacto emocional en su familia.

La inseguridad rural, un problema que crece en Salto y en Argentina

El crimen tuvo lugar en una “chacra mixta” ubicada en la intersección del acceso al paraje conocido como “El Crisol”, en un área que los productores regionales han denominado “Callejón de Tacuarí”. Sin que nadie advirtiera la presencia de los delincuentes, estos ingresaron al predio, cortaron los alambrados y sustrajeron varias de las cabezas de ganado, dejando a otro grupo desparramado por los campos vecinos debido al destrozo de las instalaciones.

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La magnitud del robo es alarmante: entre los animales sustraídos se encontraban un toro Limousin, un novillo de 600 kilos, y vacas y novillitos de pesos que oscilan entre los 250 y 280 kilos. La información fue proporcionada por Aguilar a las autoridades policiales, quien se encontraba de vacaciones al momento del suceso. La alerta de lo ocurrido llegó a él gracias a una vecina que observó el destrozo de los alambres y la presencia del ganado suelto en los alrededores.

El impacto de este robo no solo es material. “No tengo ganas de continuar en la actividad. Estos hechos son palos en la rueda para quienes queremos producir sin molestar a nadie. Es un bajón anímico muy grande para toda la familia, porque somos productores genuinos que vivimos de nuestro trabajo; estamos destrozados”, confesó Aguilar, en diálogo con InfoCampo, visiblemente afectado por la situación. La noticia se agrava con el hecho de que entre los animales robados se encontraba Max, un novillo que en familia consideraban una mascota y que contaba con numerosos seguidores en TikTok. La pérdida de este animal en particular ha generado una conmoción en la comunidad.

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La inseguridad que enfrenta el sector agropecuario en la región ha llevado a los colegas de Aguilar a alzar la voz en demanda de acciones preventivas más efectivas. Alicia Andrioli, presidenta de la Asociación de Productores Agropecuarios de Salto (APAS), ha sido clara en su postura: “Este lamentable hecho tiene trascendencia por la cantidad de animales robados. Pero debemos estar atentos y exigir a las autoridades que prevengan estos delitos e investiguen a fondo, incluso cuando se trata de uno o dos animales”. La dirigente también instó a otros productores a mantenerse vigilantes y a demandar mayor atención de las autoridades policiales ante el creciente problema de la inseguridad rural.

Según los testimonios, los delincuentes no solo fueron astutos en la ejecución del robo, sino que también dejaron pistas que la policía está investigando. Los rastros indicaron que el camión que se utilizó para el transporte de los animales tomó rumbo hacia la ruta 32, dirigiéndose hacia la ciudad de Salto. La rápida respuesta de las fuerzas de seguridad es esencial, pues el caso fue caratulado como Abigeato Agravado por el Comando de Prevención Rural de Salto, que actuó junto al Departamento Judicial de Mercedes en Buenos Aires.

El clima de inseguridad que se vive en las zonas rurales de Argentina afecta no solo a los productores, sino también a la economía de regiones enteras que dependen de la industria agropecuaria. Estos delitos no solo generan pérdidas económicas directas, sino que también afectan la moral y la motivación de los productores, quienes ven sus esfuerzos por cultivar la tierra y criar ganado desmoronarse ante la implacable amenaza del abigeato.

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Este robo en particular resuena en un contexto más amplio de crisis de seguridad que afecta a la zona. Los expertos advierten que la falta de recursos en las fuerzas de seguridad y la lejanía de las poblaciones rurales respecto a los centros urbanos contribuyen a la proliferación de estos delitos. La sensación de desprotección entre los productores se incrementa, haciendo que muchos consideren abandonar la actividad agrícola, justo cuando el país más necesita de su producción.

El llamado a la acción es urgente. Los productores como Aguilar necesitan no solamente que se esclarezca el caso y se recuperen los animales robados, sino también medidas estructurales que garanticen su seguridad y la de sus establecimientos. En un país donde la producción agropecuaria es columna vertebral de la economía, la impunidad ante estos delitos no solo socava la