Hidrovía sin más demoras: las cuatro cadenas exigen la licitación

El futuro de la hidrovía argentina sigue envuelto en incertidumbre y postergaciones. A pesar de su papel clave en la exportación de productos agroindustriales, el mantenimiento y modernización de este corredor fluvial han quedado estancados en un entramado de decisiones políticas y conflictos bilaterales. Ahora, las principales cadenas del agro han vuelto a alzar la voz para exigir una pronta licitación que garantice su operatividad y competitividad internacional.
Una infraestructura clave para el comercio exterior
Por la hidrovía Paraná-Paraguay circula más del 70% de las exportaciones argentinas. Su dragado y balizamiento adecuados son esenciales para garantizar la navegabilidad y permitir el tránsito eficiente de embarcaciones de gran calado. Sin embargo, la falta de una licitación clara y definida ha dejado su mantenimiento en una situación precaria, lo que afecta la competitividad de los productos argentinos en los mercados internacionales.

Durante la gestión de Alberto Fernández, el gobierno optó por estatizar el control de la hidrovía y, a la par, intentó incrementar los peajes, lo que generó tensiones con países vecinos que también dependen de este corredor fluvial. A pesar de la promesa de una licitación internacional, el proceso nunca se concretó. Con la llegada de Javier Milei a la presidencia, se inició un nuevo intento de licitación que también fracasó recientemente, ya que solo un oferente se presentó al proceso.
Un reclamo del sector agroindustrial
Frente a esta situación, el reclamo de los principales actores del sector no se hizo esperar. Este jueves, las cuatro principales cadenas agroindustriales del país – Acsoja (soja), Maizar (maíz y sorgo), Argentrigo (trigo) y Asagir (girasol) – emitieron un comunicado conjunto en el que instaron al Gobierno a acelerar la licitación para el dragado y balizamiento de la hidrovía.
En su declaración, las entidades subrayaron la importancia de esta infraestructura para la competitividad argentina en el comercio exterior. “Argentina está alejada de los principales mercados y, por ello, para que la agroindustria exportadora sea competitiva, es fundamental reducir los costos logísticos”, afirmaron. En ese sentido, remarcaron que “la profundización y modernización de la hidrovía es un factor clave para disminuir los costos de los fletes marítimos y mejorar nuestra inserción en el comercio global”.

Pedido de una licitación transparente
Las cuatro cadenas solicitaron que el proceso de licitación se retome de manera urgente y con garantías de transparencia. Específicamente, reclamaron que se implemente un sistema de concesión “a riesgo empresario y sin aportes del Estado”. En otras palabras, buscan que la gestión y mantenimiento de la hidrovía sean asumidos por empresas privadas bajo un esquema de financiamiento propio, sin depender de subsidios o inversiones estatales.
Además, propusieron que en los próximos meses se trabaje en conjunto con los usuarios de la hidrovía para elaborar un pliego de condiciones que sea atractivo para posibles oferentes. La meta es lograr que las tarifas de peaje sean lo más bajas posibles, reduciendo así los costos de exportación y mejorando la competitividad de los productos argentinos en el exterior.

El estancamiento de la hidrovía representa un serio obstáculo para el crecimiento del sector agroindustrial. Mientras otros países mejoran sus infraestructuras portuarias y logísticas, Argentina sigue perdiendo competitividad por la falta de inversión y modernización en su principal vía de salida de mercaderías. En un contexto global desafiante, con precios volátiles y costos en aumento, optimizar la logística es fundamental para garantizar la rentabilidad y sustentabilidad del sector.
La demanda de las cadenas agroindustriales refleja la urgencia de encontrar una solución definitiva a un problema que se arrastra desde hace años. La hidrovía es una infraestructura crítica para la economía argentina, y su modernización no puede seguir postergándose. El Gobierno tiene en sus manos la responsabilidad de avanzar con una licitación que garantice un servicio eficiente y competitivo, asegurando así el futuro de las exportaciones agroindustriales del país.