Ganadería: incertidumbre por la trazabilidad electrónica
La implementación del sistema de trazabilidad electrónica individual y obligatoria en la ganadería, prevista por el Gobierno para el próximo 1º de marzo, genera inquietud entre los productores ganaderos y dirigentes ruralistas. La falta de información clara sobre los aspectos operativos y logísticos del programa ha encendido alarmas en todo el sector, que enfrenta numerosas dudas a solo semanas de la fecha límite.
Una implementación sin definiciones claras para la ganadería
El sistema, que comenzará aplicándose con cada movimiento de terneros o destetes y será obligatorio para todo el ganado desde julio de 2026, plantea interrogantes fundamentales. Entre los principales puntos de preocupación se encuentran:
- Distribución de las caravanas electrónicas: No está claro si las veterinarias locales, fundaciones o algún otro organismo serán responsables del suministro.
- Capacidad logística: Dirigentes de diversas provincias advierten que en zonas rurales profundas no hay infraestructura suficiente para garantizar el acceso a las caravanas.
- Ejecución del control: El sector no cuenta con información sobre quién fiscalizará y asegurará la correcta implementación del sistema.
Nicasio Tito, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), señaló que “no hay demasiada información al respecto, solo trascendidos. Es preocupante porque necesitamos organizarnos, pero no sabemos quién será el proveedor ni cómo será la distribución”.
Preocupación en las provincias
Desde Corrientes, Miguel Güenaga, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes (ASRC), destacó que los productores ya han comenzado a expresar dudas. “Esto era previsible, las decisiones inconsultas generan mucha incertidumbre”, afirmó.
Por su parte, Martín Rapetti Erro, dirigente gremial, aseguró que “no hay ningún avance” y que desde la Secretaría de Agricultura prometieron novedades, pero estas aún no han llegado. Además, advirtió que el sistema de distribución basado en veterinarias es inviable en muchas zonas rurales donde estas no existen.
Uno de los aspectos más controvertidos para la ganadería ha sido el proceso de licitación para el suministro de caravanas electrónicas. Ramiro Destefanis, presidente de Villanueva SA, una de las empresas proveedoras, expresó su malestar:
- Falta de claridad: “Nos preparamos para una licitación que anticipaba entregas desde el 2 de enero, pero el proceso adjudicatorio no ha concluido y los convenios marco no se han firmado”, explicó.
- Impacto en el mercado: La incertidumbre ha afectado el negocio de las empresas, generando un desabastecimiento de dispositivos electrónicos y aumentando las consultas de productores.
Destefanis también criticó el diseño del proceso de licitación, afirmando que empresas con experiencia en el mercado no fueron consideradas adecuadamente, lo que perjudicó su relación con los canales de distribución.
La postura del sector
Frente a la falta de certezas, los productores de la ganadería y dirigentes optan por la prudencia, aunque con un llamado al Gobierno para que avance rápidamente en los detalles pendientes. Según Rapetti, si no hay novedades significativas para principios de febrero, se evaluarán acciones adicionales.
Otro aspecto que preocupa es la gratuidad anunciada de 15 millones de caravanas, que, según los productores, podría generar desigualdades en la distribución y el acceso.
A medida que se acerca el 1º de marzo, las voces del sector coinciden en que la implementación podría retrasarse debido a la falta de preparación. Mientras tanto, la comercialización de ganado continuará como hasta ahora, utilizando las caravanas visuales tradicionales hasta el 28 de febrero.
El desafío es grande: garantizar la trazabilidad de la hacienda requiere coordinación, logística y transparencia. Sin embargo, hasta el momento, el panorama está marcado por la incertidumbre, y el reloj sigue avanzando.
