La ganadería toma impulso en 2025: la suba de precios activa la retención de hacienda y las recrías

La ganadería argentina atraviesa un momento de reconfiguración en su dinámica comercial, impulsado por la reciente suba en los precios de la hacienda. Durante los primeros meses del año, los productores optaron por retener animales en sus campos y apostar por recrías, con el objetivo de ganar kilos y vender a mejor precio en el futuro.
Según un informe de ganadería del mercado ganadero de Rosario (Rosgan), entre enero y febrero se movilizaron 1,44 millones de terneros y terneras, el segundo registro más alto desde 2020, solo por debajo de las 1,51 millones de cabezas trasladadas en 2023. De este total, el 77% (equivalente a 1,10 millones de animales) fue destinado a otros campos, mientras que el 23% restante ingresó a corrales de engorde.

¿Un cambio en la comercialización de la ganadería?
El impacto de esta retención de hacienda se refleja en la actividad del Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), donde en las últimas semanas los ingresos de hacienda liviana fueron menores a los volúmenes habituales. Esta tendencia también es corroborada por los datos del Rosgan, que muestran que los sistemas de recría e invernada a campo recibieron un 13% más de terneros y terneras en comparación con el mismo período del año pasado.
Sin embargo, a diferencia de otras oportunidades en la ganadería, este fenómeno no se traduce en una caída en el ingreso de animales a los feedlots. En los primeros dos meses del año, estos establecimientos recibieron 338.000 cabezas, una cifra levemente superior a la del mismo lapso en 2024. Al 1° de marzo, el stock total en los corrales asciende a 1,73 millones de cabezas, un 7% más que el año pasado y el nivel más alto para esta fecha según datos oficiales.

Menor salida de hacienda terminada
Mientras los ingresos a los establecimientos de engorde se mantienen, las salidas de hacienda lista para faena son más lentas. En febrero, el Rosgan registró 385.000 cabezas terminadas, lo que representa una disminución del 3% respecto de enero y un leve incremento del 2% interanual.
“Habrá que esperar al menos entre tres y cuatro meses para que los terneros que hoy ingresan a los corrales comiencen a salir como hacienda liviana terminada a grano”, señalaron desde la entidad rosarina. Esta situación en la ganadería genera una menor oferta en el mercado, sobre todo en la previa a la zafra, cuando la disponibilidad de novillitos y vaquillonas es históricamente más ajustada. Recién a partir de agosto, con la llegada de una mayor oferta, los volúmenes podrían estabilizarse.

Impacto en los precios y perspectivas
El menor volumen de hacienda liviana de calidad disponible impulsó una suba en los valores de comercialización. A finales de febrero, los novillitos y vaquillonas cotizaron entre $3.000 y $3.100 por kilo, con lotes especiales que alcanzaron precios de hasta $3.450.
No obstante, los especialistas advierten que el alza en los precios responde más a una coyuntura de oferta temporalmente reducida que a una escasez estructural de ganado. En las próximas semanas, factores como las condiciones climáticas podrán influir en el nivel de oferta disponible, tal como ocurrió en febrero, cuando las lluvias dificultaron el traslado de animales.

La gran pregunta en el sector es cuánto más podrá sostenerse esta tendencia alcista antes de que la estabilización de la oferta modere los precios. “Un dato clave a seguir en los próximos meses es el papel que jugará la invernada a campo, que puede potenciar la producción de kilos antes de la terminación a corral, pero al mismo tiempo retrasar la salida final de la hacienda al mercado”, concluyeron desde el Rosgan.