Ganadería: alarma por la producción de terneros ante la faena de hembras
La ganadería enfrenta una señal de alarma hacia el cierre de 2024: la elevada faena de hembras, particularmente de vaquillonas, amenaza la sostenibilidad de la producción de terneros en el país. Según el mercado ganadero de Rosario (Rosgan), esta tendencia pone en riesgo el equilibrio necesario para mantener la “fábrica” de terneros, un componente clave del rodeo bovino.
Elevada faena de hembras: un problema estructural
En la segunda mitad del año, la faena de hembras mostró un notable incremento. Entre enero y octubre, se procesaron 5,5 millones de cabezas, y solo en octubre se faenaron 605.000 hembras. Esta cifra representa un ritmo acelerado en comparación con los meses previos.
El informe del Rosgan advierte que esta mayor participación de hembras en la faena no está impulsada por una contribución significativa de los feedlots, que mantuvieron altos niveles de ocupación durante gran parte de 2024. En cambio, el aumento proviene de recrías a campo, que comenzaron a salir en estos meses y podrían prolongar la oferta hasta los primeros meses de 2025.
El impacto en la “fábrica” de terneros
Uno de los datos más preocupantes es la relación entre la faena de hembras y el ingreso de terneras al sistema. Al 31 de diciembre de 2023, se contabilizaron 7,35 millones de terneras, un número que marca el límite de extracción para mantener el equilibrio en el rodeo. Este rango de equilibrio, descontando la tasa de mortandad habitual, oscila entre 6,6 y 6,9 millones de cabezas.
Con 5,5 millones de hembras ya faenadas entre enero y octubre, y el ritmo creciente en los últimos meses, el margen para evitar un impacto negativo en el stock reproductivo se reduce drásticamente.
Al 30 de noviembre, el traslado total de bovinos con destino a faena alcanzó 1,15 millones de cabezas, con un promedio diario de 57.864 animales. Este volumen representa un incremento del 4,4% respecto al promedio diario de octubre.
El desglose por categorías muestra un aumento del 14% en la proporción de vaquillonas destinadas a faena en términos intermensuales, alcanzando 373.280 cabezas en noviembre, un 32% del total enviado a plantas.
Históricamente, la faena de vaquillonas tiende a incrementarse en el segundo semestre del año debido a la dinámica de recría y engorde, lo que genera mayor oferta hacia el cierre del año. Sin embargo, el nivel actual de extracción plantea dudas sobre la sostenibilidad del rodeo.
El Rosgan subraya que este aumento en la faena de hembras pone en peligro la capacidad de reposición del rodeo. Si bien las recrías a campo ofrecen una mayor oferta en el corto plazo, la excesiva extracción de hembras reproductivas compromete la producción de terneros para los próximos ciclos.
El sector ganadero enfrenta el desafío de equilibrar la oferta inmediata con la necesidad de mantener un stock reproductivo saludable. La elevada faena de hembras, aunque pueda responder a dinámicas de mercado y necesidades coyunturales, requiere un enfoque estratégico para evitar un impacto negativo en la capacidad productiva a largo plazo.
La “fábrica” de terneros, como la denominan los especialistas, es un pilar del sistema ganadero argentino. Su sostenibilidad dependerá de políticas que promuevan la retención de hembras y la estabilidad en los ciclos productivos.