Ganadería sustentable: la clave de la biodiversidad de forrajes


La biodiversidad de forrajes está emergiendo como una solución integral para transformar la ganadería en una actividad más sostenible y regenerativa. Según Jacobo Arango, experto del IPCC y miembro de la Alianza Biodiversity International-CIAT, este enfoque no solo aborda los desafíos productivos, sino que también tiene un impacto positivo en el medio ambiente.

Desde la mejora de suelos hasta la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la biodiversidad de forrajes permite diseñar sistemas ganaderos resilientes y adaptados al cambio climático. Estas características fueron destacadas por Arango durante un evento en la COP16, donde enfatizó la importancia de ir más allá de la productividad para valorar los servicios ecosistémicos que ofrecen.

Un fundamento histórico de la agricultura y ganadería

La biodiversidad fue un pilar desde los inicios de la agricultura. En épocas antiguas, los agricultores dependían de una amplia variedad de especies vegetales para mantener un equilibrio ecológico. Sin embargo, la evolución de los sistemas productivos llevó a una reducción significativa en la diversidad de cultivos y forrajes, concentrándose en unas pocas especies que dominan la producción agrícola y ganadera actual.

Esta simplificación incrementó la vulnerabilidad de los sistemas agropecuarios a enfermedades, plagas y cambios climáticos. Arango subraya que recuperar y diversificar las especies es clave para revertir esta tendencia y construir sistemas más resilientes.

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Productividad y sostenibilidad: dos caras de la misma moneda

Históricamente, la selección se centró en maximizar la producción de biomasa y mejorar la calidad nutricional para el ganado. Este enfoque permitió aumentar la eficiencia productiva en términos de ganancia de peso, producción de carne y leche.

Sin embargo, en las últimas décadas, se evidenció que los beneficios de la biodiversidad van mucho más allá de la productividad. Arango destaca cómo ciertas especies pueden ofrecer ventajas ecológicas, como la mejora de la salud del suelo y la mitigación de emisiones de metano, lo que posiciona a los forrajes como una herramienta esencial para la sostenibilidad ganadera.

Servicios ecosistémicos de los forrajes diversos

Contribuyen de manera significativa a la restauración de ecosistemas degradados. Algunas especies tienen la capacidad de regenerar suelos erosionados, aumentar la fertilidad y estabilizar las áreas afectadas, promoviendo la recuperación de otras especies vegetales y animales.

Además, pueden reducir las emisiones de metano entérico, un gas de efecto invernadero generado durante la digestión de los rumiantes. Incorporar estas especies en la dieta animal no solo mejora la sostenibilidad de la ganadería, sino que también reduce su impacto ambiental.

Sistemas silvopastoriles: una solución integral

La integración de árboles y arbustos en sistemas de pastoreo es una estrategia que combina productividad y conservación. Estos sistemas, conocidos como silvopastoriles, enriquecen los ecosistemas ganaderos al proporcionar una mayor variedad y hábitats para la fauna desplazada por la agricultura intensiva.

Además, los sistemas silvopastoriles aumentan la captación de carbono, mejoran la estructura del suelo y disminuyen la necesidad de fertilizantes químicos. Esta práctica es un ejemplo claro de cómo la biodiversidad puede equilibrar los objetivos productivos con la regeneración ambiental.

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Adaptación y mitigación ante el cambio climático

La biodiversidad de forrajes también juega un papel crucial en la resiliencia climática. Al incluir especies adaptadas a diversas condiciones ambientales, los sistemas ganaderos pueden resistir mejor eventos climáticos extremos, como sequías o inundaciones. Esto convierte a los forrajes en una herramienta para construir una ganadería climáticamente inteligente, capaz de adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático.

Un camino hacia la regeneración

La biodiversidad de forrajes no solo representa una oportunidad para optimizar la producción ganadera, sino también un paso hacia una ganadería regenerativa. Este enfoque permite transformar un sector tradicionalmente vinculado a impactos ambientales negativos en un aliado para la restauración de ecosistemas y la lucha contra el cambio climático.

Jacobo Arango concluye que, al priorizar la biodiversidad en los sistemas ganaderos, se puede avanzar hacia una agricultura más sostenible, resiliente y en armonía con el medio ambiente. Esto no solo beneficia a los productores y al ganado, sino también a las comunidades y al planeta en su conjunto.