Ganadería: el panorama comercial para el cierre de 2025 según un especialista


La ganadería enfrenta una crisis significativa marcada por un consumo débil, exportaciones limitadas y una oferta que no atraviesa suficiente reducción como para motivar un incremento en los precios. Ignacio Iriarte, analista del sector, destaca que los precios del ganado destinado a la faena han quedado rezagados en comparación con la inflación, mientras los costos de producción, tanto en el engorde como en la recría, siguen en aumento.

El detalle de la ganadería de cara a fin de año

La caída real de las cotizaciones de la hacienda en la ganadería responde, en gran medida, a la débil demanda interna. Los consumidores enfrentan un elevado costo de vida, con aumentos en servicios públicos, transporte, y educación, que limitan su capacidad de gasto. Esto reduce el dinero destinado a la compra de alimentos, entre ellos la carne vacuna, creando un efecto de contracción en el mercado.

Las cifras reflejan esta problemática. En los feedlots, la situación es crítica: los terneros se compraron a cerca de 2.500 pesos, pero actualmente se venden a aproximadamente 2.000 pesos. Considerando la inflación y los costos comerciales y productivos, las pérdidas son alarmantes. Según el último informe de la Cámara de Feedlot, estas alcanzan los 150.000 pesos por animal destinado a la faena, un golpe severo para los productores.

Desde la perspectiva de costos, la ganadería también está experimentando un notable incremento. El Índice Ponderado de Insumos Ganaderos, calculado desde 1999, registró un sorprendente aumento del 6,9% en junio pasado. Sin embargo, este incremento se desaceleró en meses posteriores, con aumentos de 2,6% en julio, 2,3% en agosto y solo 1,7% en septiembre. Desde noviembre del año anterior, este índice ha escalado un 143%, en contraste con el 186% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el 124% del novillo.

La alta oferta del ganado, en especial de ganado liviano que sale de los feedlots, se traduce en una faena de 1,2 millones de cabezas el mes pasado. Aunque las exportaciones alcanzaron las 82.000 toneladas, el consumo interno ha mostrado señales de recuperación, situándose en 49 kilos per cápita al año para la ganadería.

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Por otro lado, las exportaciones enfrentan su propio desafío. El retraso cambiario, junto con el aumento de las tarifas de energía, ha creado un entorno donde los precios no permiten a las empresas integrar eficazmente el negocio. De acuerdo a los exportadores consultados, los precios podrían rondar entre 3.500 y 3.600 pesos por kilo de novillo en gancho, mientras que los precios actuales oscilan entre 3.800 y 4.000 pesos. A pesar de la buena demanda internacional, que mejora en lugares como China, Israel, Estados Unidos y Europa, la situación local ha complicado la viabilidad del comercio.

Iriarte advierte sobre la caída en la rentabilidad de la cría, el feedlot y la industria frigorífica, enfatizando que la oferta ganadera en los últimos meses no ha registrado reducciones interanuales como en el primer semestre. Esto ha llevado a que los precios reales del ganado estén actualmente por debajo de los promedios históricos. Mientras persista la política cambiaria que mitiga la demanda internacional, es improbable que se produzcan aumentos significativos en los precios del ganado.

El analista ofrece una evaluación clara: “Un consumo muy débil, una exportación limitada por el atraso cambiario y una oferta que no se reduce lo suficiente para generar un aumento en los precios”. Muchos en el sector esperaban que una mejora en los precios se manifestara en diciembre, sin embargo, ante el panorama actual de la oferta y demanda, esas expectativas han comenzado a desvanecerse. Ahora, las esperanzas se centran en que la situación mejore en febrero y marzo, cuando el mercado podría presentar un cambio ante las dinámicas actuales de la ganadería

La cadena de la ganadería se encuentra en una encrucijada y requiere estrategias efectivas para superar esta crisis que amenaza con afectar a todos los actores involucrados, desde los productores hasta los consumidores.