Ganadería en Misiones: alerta sanitaria por la rabia paresiante en 2025
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El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha confirmado un caso positivo de rabia paresiante en la provincia de Misiones, lo que ha encendido la alarma en la región. El caso corresponde a un bovino en la localidad de San Vicente, y ante esta confirmación, se activaron de inmediato los protocolos sanitarios para evitar la propagación de la enfermedad.
La rabia paresiante es una enfermedad viral que afecta a diversas especies animales, y en este caso, el contagio se produce a través de la transmisión por el vampiro común, Desmodus rotundus. Esta especie de murciélago hematófago es responsable de transmitir el virus a los animales de sangre caliente, como el ganado bovino, equino, caprino, porcino y ovino. Aunque la rabia paresiante se presenta principalmente en animales, también es potencialmente peligrosa para los seres humanos, por lo que la detección temprana y las medidas preventivas son fundamentales.
El brote en Misiones ha generado gran preocupación entre los productores agropecuarios de la región, ya que la enfermedad puede propagarse rápidamente si no se toman las medidas adecuadas. En respuesta a este brote, Senasa ha dispuesto una serie de acciones para contener el avance de la enfermedad y proteger tanto al ganado como a las comunidades cercanas.
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Medidas de contención para la ganadería
Una de las primeras decisiones del organismo fue establecer un perímetro de contención en un radio de 10 kilómetros alrededor del establecimiento afectado, en San Vicente. Dentro de esta zona, se han implementado medidas estrictas de control, como la vacunación antirrábica obligatoria para todas las especies susceptibles. La vacunación incluye a bovinos, equinos, caprinos, porcinos y ovinos, y debe realizarse con vacunas aprobadas por el Senasa.
El protocolo de vacunación consta de dos dosis: la primera aplicación se realiza de inmediato, mientras que la segunda dosis debe administrarse entre 30 y 60 días después de la primera. A partir de ahí, se establece un esquema de revacunación anual para garantizar la protección continua contra el virus. Es importante destacar que esta tarea de vacunación debe ser realizada por los productores de la región, quienes deben asegurarse de utilizar solo productos aprobados por el organismo sanitario.
En cuanto a los animales ya infectados, Senasa ha indicado que se deben tomar medidas inmediatas. En primer lugar, la oficina del organismo en la jurisdicción ha interdictado el predio afectado, restringiendo temporalmente los movimientos de los animales en la zona para evitar la propagación del virus a otras áreas. También se ha recomendado a los productores que registren cada una de las vacunaciones realizadas, así como el manejo adecuado de los cadáveres de los animales afectados, que deben ser enterrados o incinerados de manera segura.
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Sintomatología y prevención
Senasa ha emitido una serie de recomendaciones tanto para los productores como para la comunidad en general. En primer lugar, se les ha pedido que no deleguen en terceros la toma de muestras para análisis, ya que esta tarea es fundamental para el monitoreo de la enfermedad. También se instó a los productores a estar atentos a los posibles refugios de vampiros en la zona y a notificar cualquier hallazgo al Senasa para que se tomen las medidas correspondientes.
La rabia paresiante presenta síntomas neurológicos característicos en los animales infectados. Los signos incluyen inquietud, pérdida de apetito, tendencia al aislamiento, depresión, deshidratación y dificultad para mantener la postura o caminar, lo que puede llevar incluso a la muerte del animal afectado. Estos síntomas deben ser monitoreados de cerca por los productores, ya que la detección temprana puede ser clave para evitar brotes mayores.
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Ante la confirmación de este caso de rabia paresiante, Senasa ha enfatizado la importancia de tomar medidas preventivas, ya que la enfermedad puede tener consecuencias graves para la salud del ganado y la economía de los productores. La rabia paresiante es una de las enfermedades zoonóticas más peligrosas, y si no se controlan adecuadamente los focos de infección, pueden presentarse brotes a gran escala que afecten tanto a la ganadería como a la salud pública.
Por ello, Senasa sigue de cerca la evolución del brote y trabaja en colaboración con las autoridades locales y los productores para evitar la propagación del virus. La rápida implementación de medidas de contención, como la vacunación y la restricción de movimientos de animales, son claves para controlar el brote en Misiones y proteger tanto al ganado como a las comunidades en riesgo.