Ganadería: el proyecto de genética que reducirá las emisiones de gas metano


Un nuevo proyecto de investigación sobre la ganadería de la Universidad de Alberta busca reducir las emisiones de metano del ganado bovino en Canadá mediante la selección genética. Este innovador estudio, que abarca cinco años, pretende identificar genéticamente a los animales que emiten menos gases de efecto invernadero. Con esta información, los productores de carne podrán seleccionar sus rebaños de acuerdo a sus características de bajas emisiones, ayudando a la industria a ser más sostenible y ofreciendo beneficios económicos.

Innovación en la medición de metano en la ganadería y selección genética

El proyecto, liderado por el profesor de genética John Basarab, se enfoca en desarrollar un sistema preciso de monitoreo de metano, clave para crear un protocolo de compensación de carbono. Este protocolo, pendiente de aprobación por el gobierno, permitiría a los productores ganar dinero vendiendo créditos de carbono a grandes emisores. “Eliminar estas barreras permitirá que la industria canadiense de carne se mantenga resiliente, reduciendo a su vez su impacto ambiental”, señaló Basarab.

Para esta investigación, se utilizan más de 2.300 cabezas de ganado en el Roy Berg Kinsella Research Ranch, empleando tecnología avanzada para medir el metano exhalado mientras los bovinos se alimentan. Estos datos son esenciales para crear valores de crianza específicos de bajas emisiones. Además, el proyecto incluye colaboración internacional con investigadores europeos que aplican espectroscopia de infrarrojo cercano (NIRS) para analizar el estiércol y detectar emisiones de metano de forma rápida y económica.

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La espectroscopia de infrarrojo cercano se utilizó previamente en la industria lechera para evaluar la composición de la leche, pero es la primera vez que se aplica en muestras fecales de ganadería en Canadá a gran escala. Basarab explica que el uso de NIRS podría reducir los tiempos de monitoreo necesarios de 30 días a solo unos pocos días, haciendo que la selección de animales de bajas emisiones sea más viable económicamente.

Integración en los índices de selección genética

Livestock Gentec, un centro de investigación asociado a la Universidad de Alberta, es clave en la implementación del rasgo de bajas emisiones en los índices de selección genética basados en ADN que ya existen. Estos índices actualmente consideran factores como el crecimiento, la eficiencia en el consumo de alimento, la calidad de la carne y la fertilidad femenina de la ganadería. La incorporación de este nuevo rasgo permitirá a los productores seleccionar animales con cualidades equilibradas, mejorando el impacto ambiental y productivo de sus rebaños.

Además, el proyecto busca fomentar el uso de la selección genética en la industria ganadera canadiense, donde solo el 20% de los productores aplican la genómica debido a su costo. Basarab también señaló que la industria está segmentada y que los productores de carne a menudo no reciben información clara sobre cómo sus esfuerzos en selección genética afectan el precio final de sus animales, lo que desincentiva la inversión en genética avanzada.

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El proyecto incluye la creación de un protocolo de compensación de carbono en asociación con Viresco Solutions, una firma de consultoría ambiental. Este protocolo permitirá que los productores que seleccionen ganado con bajas emisiones registren y vendan créditos de carbono a grandes emisores. “Esto pone dinero directamente en el bolsillo del productor y puede ayudarles a obtener beneficios”, afirma Basarab. Esta medida no solo ayudará a reducir las emisiones del sector ganadero, sino que también incentivará a los productores a adoptar prácticas más sostenibles de ganadería.

Si el proyecto tiene éxito, la industria ganadera canadiense no solo podrá reducir su huella de carbono, sino también adaptarse a las demandas de sostenibilidad que el mercado y los consumidores exigen. Los avances en selección genética permitirán a los productores elegir animales que no solo sean eficientes en producción, sino también responsables con el medio ambiente, lo que podría cambiar la forma en que se maneja el ganado bovino a nivel mundial.

Este proyecto de investigación es un paso importante hacia una industria ganadera más sostenible, que busca reducir las emisiones de metano mediante la genética y ofrecer una vía económica para que los productores se beneficien en un mercado global cada vez más competitivo y consciente del medio ambiente.