Revolución en ganadería: el impacto del fósforo en la productividad y sostenibilidad


En un esfuerzo por transformar la producción de la ganadería en Argentina, FERTILIZAR AC y el INTA Balcarce han presentado el programa SUMA P, una iniciativa destinada a corregir la deficiencia de fósforo en suelos agrícolas y ganaderos. Este programa busca incrementar significativamente la productividad de los sistemas ganaderos, con un enfoque en la fertilización de pasturas y pastizales, promoviendo un equilibrio entre rendimiento económico y sostenibilidad ambiental.

La clave del fósforo en la ganadería

El fósforo es un nutriente esencial que juega un papel crucial en el desarrollo de los cultivos y la alimentación del ganado. Según Esteban Ciarlo, coordinador técnico de FERTILIZAR AC, el déficit de fósforo en los suelos argentinos afecta tanto la producción de granos como la calidad del forraje para el ganado. “Actualmente, la aplicación de fósforo no cubre las necesidades de los cultivos ni las extracciones generadas por las cosechas”, afirmó.

Las pasturas basadas en leguminosas, como alfalfa, requieren grandes cantidades de fósforo para fijar nitrógeno y garantizar su crecimiento. Esto tiene un impacto directo en la producción de carne. La ingeniera agrónoma Alejandra Marino, de la Unidad Integrada Balcarce, destacó que una fertilización adecuada puede aumentar la producción de carne por hectárea de 200-300 kilos a más de 500 kilos al año, un incremento superior al 50%.

Sistemas más sostenibles y productivos

El programa SUMA P se sustenta en investigaciones científicas que analizan la dinámica del fósforo en el suelo. Incluye un compendio técnico con seis ejes temáticos que abarcan desde la importancia del fósforo para las plantas y los animales hasta las mejores prácticas de fertilización.

Marino subrayó que fertilizar las pasturas no solo mejora la productividad, sino que también es una inversión clave para garantizar la sostenibilidad de los sistemas de ganadería. “Una fertilización adecuada permite producir más pasto de calidad, lo que repercute en un aumento de carne, leche y, al mismo tiempo, en la sostenibilidad ambiental”, aseguró.

Entre las prácticas promovidas por el programa destacan las “cuatro R” de la fertilización: aplicar la dosis correcta, en el lugar correcto, en el momento correcto y utilizando la fuente correcta.

Ganadería, fósforo

Casos prácticos en el sudeste bonaerense

FERTILIZAR AC presentó dos casos de éxito en campos del sudeste bonaerense:

  • Ojo de Agua, en General Pueyrredón, es un establecimiento de 2.000 hectáreas dedicado a la producción de novillos de exportación. Con un sistema de pastoreo rotativo y el uso de pasturas polifíticas, este campo logra optimizar el uso del suelo y alcanzar un peso promedio de 520 kilos por animal en un ciclo de 16 meses.
  • El Pinar Agropecuaria, en General Guido, maneja 3.700 hectáreas con sistemas de ciclo completo. A pesar de enfrentar limitaciones físicas y químicas en sus suelos, la fertilización con fósforo ha permitido mejorar la calidad del forraje y aumentar la rentabilidad de la producción ganadera.

Impacto ambiental y económico

Además de los beneficios en la productividad, el programa SUMA P tiene un enfoque ecológico. Las pasturas no solo alimentan al ganado, sino que también contribuyen a la captura de carbono, la regulación del clima y la mejora de los acuíferos.

“Más nutrientes significan más pasto, más carne, más leche y más sostenibilidad en la misma superficie”, resumieron los especialistas. Este enfoque integral promete revolucionar la ganadería en Argentina, equilibrando las necesidades económicas con la conservación del medio ambiente.

Para más información sobre el programa SUMA P y los beneficios del fósforo, los interesados pueden visitar FERTILIZAR AC.