Ganadería: estrategias para una recría exitosa en este 2025

La recría es una etapa crítica en el proceso en la ganadería ya que es cuando los animales registran sus máximas ganancias potenciales de peso. Esta fase, que comprende el período entre el destete y el inicio de la terminación de la hacienda, se caracteriza por un crecimiento rápido de los músculos de los bovinos. Sin embargo, las respuestas a este proceso pueden variar en función de diversos factores, especialmente el diseño nutricional utilizado en las etapas tempranas, que debe evitar restricciones. José Lizzi, líder del área de Ganadería de CREA, resalta que la recría no solo tiene que ver con aumentar el peso de los animales, sino también con corregir y optimizar el producto generado en la cría y preparar a los bovinos para la fase final de terminación o la entrada en producción de los reproductores.
La importancia de la nutrición temprana
Una de las principales claves para una recría exitosa en la ganadería es la nutrición desde las primeras etapas de vida. Lizzi hace hincapié en la importancia de la nutrición temprana, que comienza desde la concepción y se extiende hasta los primeros 250 días de vida del animal. “Lo que no se hace bien en este período no se puede corregir después”, advierte Lizzi, resaltando que una adecuada nutrición en esta fase es fundamental para que el animal pueda crecer de manera eficiente y, a largo plazo, generar una mayor cantidad de carne.

Existen numerosas investigaciones de ganadería que han demostrado el impacto positivo de la nutrición temprana en la productividad de los animales, especialmente en las hembras de reposición. La eficiencia de la recría, por lo tanto, depende en gran medida de las cualidades de los terneros que ingresan al sistema, lo cual está directamente relacionado con las condiciones de alimentación que recibieron durante sus primeras etapas. De hecho, los animales que no sufrieron restricciones nutricionales en su crecimiento inicial son mucho más eficientes en la fase de recría, lo que a su vez se traduce en una mayor rentabilidad para el productor.
El diseño adecuado para optimizar la recría
El diseño nutricional durante la recría debe ajustarse a la disponibilidad de recursos en cada campaña productiva, según las particularidades del entorno y la época del año. Lizzi destaca la importancia de que los animales ingresen al sistema de recría en condiciones óptimas, idealmente por encima de la curva de crecimiento esperada. Esto es fundamental para evitar que los animales tengan dificultades para agregar peso durante la fase de terminación.
Un factor clave en el diseño de la recría es la proteína en la dieta. La restricción de proteínas durante este período puede afectar la capacidad del animal para generar músculo en una fase en la que se dan las mejores condiciones para este proceso. Es por esto que un manejo nutricional adecuado, que proporcione suficiente proteína y energía en los momentos correctos, es fundamental para obtener las ganancias de peso deseadas en el proceso de ganadería.

Ejemplos de prácticas exitosas en la ganadería
Existen numerosos ejemplos de prácticas exitosas que han mejorado los resultados de la recría en diferentes regiones. En el sudeste de Buenos Aires, un sistema de recría basado en verdeos de avena sembrados de manera temprana y terminados hacia el mes de marzo mostró resultados sobresalientes. Al escalar las fechas de siembra y destinar la mitad de la superficie a verdeos de raigrás diferidos, se logró aumentar significativamente la ganancia diaria de peso de los animales, pasando de un rango de 350-750 gramos por día a uno de 550-750 gramos por día. Este ajuste permitió mejorar considerablemente los resultados, subiendo el piso de ganancias de peso de los animales de ganadería.
Otro caso relevante proviene de la ganadería del norte de Santiago del Estero, donde se implementó un sistema de recría que incluyó silos de autoconsumo con harina de soja, maíz, urea y sal para complementar el aporte de Gatton panic diferido. Este tipo de pasto, por sí solo, representaba un peligro para las categorías de recría debido a su falta de valor nutricional. Sin embargo, al integrar el silaje con los forrajes diferidos, se logró brindar seguridad alimentaria a los animales y, como resultado, una ganancia diaria de peso de 650 gramos entre los meses de junio y agosto, a pesar de las condiciones climáticas adversas.

La recría exitosa no solo depende de la genética y el manejo del ganado, sino también de la nutrición adecuada en cada fase del proceso. Un diseño de recría que se adapte a las características de los animales y a las condiciones del entorno es esencial para lograr un crecimiento óptimo. La clave está en evitar restricciones nutricionales en las etapas tempranas, para asegurar que los animales puedan aprovechar al máximo su potencial de crecimiento durante la recría.
Con un manejo eficiente y un diseño nutricional bien planificado, los productores pueden optimizar las ganancias de peso de sus animales y mejorar la rentabilidad de la operación ganadera. La experiencia de aquellos que han implementado prácticas innovadoras demuestra que, con el enfoque adecuado, la recría puede ser una de las etapas más productivas y rentables en la cadena de valor de la carne.