Ganadería en Estados Unidos: avanza la bichera por Centroamérica
La ganadería de Estados Unidos enfrenta una nueva amenaza que podría impactar en su capacidad para recomponer su stock bovino, afectado en los últimos años. Se trata de la posible reaparición de la mosca de la bichera (Cochliomyia hominivorax), un parásito devastador para el ganado, que empezó a avanzar por Centroamérica. Esta plaga, que había sido erradicada y controlada en la zona fronteriza entre Panamá y Colombia mediante un programa de dispersión de moscas estériles, logró romper la barrera de control. La situación es particularmente preocupante debido a que, si la mosca alcanza México, podría desencadenar efectos negativos en la exportación de ganado hacia el país norte americano, afectando así a la industria ganadera de ambos países.
Impacto de la bichera en la ganadería de Estados Unidos
Desde hace décadas, el gusano de la bichera fue una de las amenazas sanitarias más temidas para el ganado en América. Las larvas de este parásito invaden tejidos vivos, lo que genera infecciones graves que, en algunos casos, pueden resultar mortales para los animales. La estrategia de control basada en la liberación de moscas estériles logró mantener al insecto a raya, impidiendo su avance hacia el norte del continente. Sin embargo, el reciente fracaso de esta barrera en la frontera colombo-panameña plantea nuevos desafíos para la sanidad animal en la región.
Para Estados Unidos, que actualmente atraviesa un proceso de reconstrucción de su rodeo vacuno, una propagación de la bichera podría tener consecuencias serias. Este país depende en gran medida de las importaciones de ganado en pie desde México, en especial de terneros y vaquillonas que son engordados en corrales para el mercado de carne. Fernando Gómez, delegado de la Federación Rural en el Instituto Nacional de Carnes (INAC) de Uruguay, explicó en una entrevista con la radio Tiempo de Cambio que, de confirmarse la presencia de la bichera en México, y el país norte americano podría establecer una barrera sanitaria que limite o incluso suspenda las importaciones de ganado en pie desde su vecino del sur.
La posible interrupción de la importación de ganado desde México tendría un impacto considerable en el suministro de carne. En 2023, México exportó más de un millón de cabezas de ganado a Estados Unidos entre enero y septiembre, de las cuales aproximadamente dos terceras partes fueron terneros. Se espera que este volumen alcance los 1,2 millones para el cierre del año, representando el mayor nivel de exportación en pie hacia norte américa desde 2020. Este comercio es crucial para la industria ganadera de ambos países, ya que el país norteamericano depende de la importación de ganado joven de México para mantener el ritmo de producción en sus corrales de engorde.
La expansión de la bichera en México podría forzar a Estados Unidos a adoptar medidas de control que incluyan inspecciones más estrictas en las fronteras o la suspensión temporal de las importaciones desde México, lo cual repercutiría en la cadena de suministro de carne. La disminución en el ingreso de ganado para engorde afectaría la producción de carne, generando potencialmente escasez en el mercado interno y encareciendo los costos de producción, una situación que podría trasladarse al precio final de la carne para los consumidores.
En México, la preocupación ante esta situación es palpable. La ganadería mexicana representa una fuente de ingresos importante, y el potencial impacto de una infestación de bichera en sus rodeos plantea un desafío a la sanidad animal y al comercio. La implementación de controles estrictos y la colaboración con Estados Unidos para monitorear y controlar la posible propagación del parásito serán esenciales para mitigar el riesgo. Sin embargo, las autoridades sanitarias enfrentan un reto complejo debido a las características de la mosca de la bichera, que tiende a propagarse rápidamente en zonas tropicales.
Además del impacto inmediato en el comercio, una infestación de bichera en México podría llevar a costos adicionales en tratamientos veterinarios y manejo del ganado. Según estimaciones, el tratamiento de una infestación en un solo rodeo puede ser costoso y demandar recursos significativos, especialmente en zonas de difícil acceso. Esto, sumado a la potencial pérdida de animales y la menor productividad, podría resultar devastador para los productores mexicanos.
De cara a 2024, la industria ganadera estadounidense anticipa la necesidad de una recomposición del stock de ganado, luego de años de reducciones debido a sequías y otros factores. Sin embargo, el cierre parcial o total de la frontera a las importaciones mexicanas podría retrasar este objetivo y desestabilizar el mercado de carne, afectando tanto a productores como a consumidores.
Este escenario subraya la importancia de la cooperación regional para combatir la amenaza de la bichera y proteger la salud del ganado en todo el continente. La situación es, sin duda, un llamado a reforzar las medidas de bioseguridad y a considerar estrategias alternativas para detener el avance del parásito, un desafío que tanto México como Estados Unidos deberán enfrentar de manera conjunta para preservar la estabilidad de sus respectivas industrias ganaderas.