Ganadería: Ciencias nucleares contra el gusano barrenador
El gusano barrenador de la ganadería, un parásito devastador que afecta tanto a animales como a seres humanos, representa una de las mayores amenazas para la producción agropecuaria en América del Sur y el Caribe. Sus larvas causan miasis, una enfermedad que produce lesiones graves en la piel y genera pérdidas económicas estimadas en 3600 millones de dólares anuales. Frente a este desafío, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) han fortalecido su colaboración mediante un acuerdo clave que busca implementar tecnologías nucleares en el control de plagas y enfermedades del ganado.
Un enfoque científico para combatir al gusano barrenador en la ganadería
El gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) ya ha sido erradicado en regiones como Estados Unidos, México y América Central, pero continúa presente en diversas zonas de América del Sur y el Caribe. Esta plaga afecta gravemente la producción de carne y leche, además de suponer un problema de salud pública en las áreas afectadas.
Para abordar esta problemática, el OIEA y el IICA han intensificado su trabajo conjunto mediante un memorándum de entendimiento firmado en la sede del OIEA, en Viena. Según Rafael Grossi, Director General del OIEA, el acuerdo permitirá avanzar en iniciativas concretas que integran la ciencia nuclear con la agricultura, enfocándose en la seguridad alimentaria y el control de plagas en la ganadería. Entre las herramientas clave se encuentra la técnica del insecto estéril (TIE), que consiste en esterilizar con radiación a moscas macho criadas en masa. Una vez liberadas, estas moscas se aparean con las hembras silvestres, pero no producen crías, lo que reduce gradualmente la población de insectos.
Esta técnica, utilizada con éxito en el control de plagas agrícolas y ganaderas durante más de 50 años, ha demostrado ser eficaz, económica y amigable con el medio ambiente, convirtiéndose en una solución sostenible para mitigar el impacto del gusano barrenador.
La importancia de la cooperación internacional
El memorándum firmado entre Grossi y Manuel Otero, Director General del IICA, destaca la relevancia de la colaboración entre organismos internacionales, autoridades nacionales y el sector privado para enfrentar desafíos globales como la seguridad alimentaria y el control de enfermedades en la ganadería.
“La alianza del IICA con el OIEA tiene un objetivo concreto: trabajar juntos para enfrentar los principales desafíos de la agricultura en las Américas. El control de plagas como el gusano barrenador, que afecta los rendimientos y el bienestar de los productores, es prioritario”, afirmó Otero.
Ambos líderes enfatizaron que esta cooperación no solo busca abordar el problema del gusano barrenador en la ganadería, sino también aplicar tecnologías nucleares en áreas como el manejo de agua y suelos, la seguridad alimentaria y la sanidad animal.
Impacto del cambio climático y la ciencia nuclear
El resurgimiento de plagas y enfermedades, que se creían erradicadas, está relacionado con el cambio climático, que crea condiciones propicias para su propagación. Este fenómeno limita nuevamente la productividad agrícola y ganadera, amenazando la seguridad alimentaria de millones de personas.
“La ciencia y la tecnología nuclear son herramientas esenciales para combatir estas pestes. El principio de ‘Átomos para la paz’ guía nuestra tarea desde 1957, y hoy más que nunca necesitamos que estas tecnologías lleguen a los productores de ganadería afectados”, destacó Grossi.
Además del gusano barrenador, el OIEA y el IICA han trabajado conjuntamente en combatir otras amenazas, como el hongo Fusarium raza 4 tropical (R4T), que afecta al cultivo de banano. A través de capacitaciones y el uso de tecnologías nucleares, científicos de América Latina han avanzado en la detección y contención de esta enfermedad, protegiendo la seguridad alimentaria y los ingresos de millones de pequeños agricultores.
Con este acuerdo, el OIEA y el IICA refuerzan su compromiso con soluciones innovadoras para enfrentar problemas complejos en la agricultura y la ganadería. El enfoque colaborativo entre la ciencia, las políticas públicas y el sector privado es clave para maximizar el impacto de estas iniciativas en la región.
El control del gusano barrenador, mediante tecnologías nucleares como la TIE, no solo permitirá reducir las pérdidas económicas en el sector de la ganadería, sino que también contribuirá a mejorar las condiciones de vida de los productores rurales, consolidando la seguridad alimentaria como un pilar del desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.