Ganadería: cae de producción en Brasil e impulsa precios de la carne en el Cono Sur
La ganadería e industria de la carne vacuna en el Cono Sur atraviesa un momento de ajustes de precios impulsado, en gran medida, por la reducción en la oferta de Brasil, uno de los principales exportadores de carne a nivel mundial. Esta contracción de la oferta en el mercado brasileño, sumada a una fuerte demanda global, ha elevado los precios en toda la región, beneficiando a los productores de países vecinos como Uruguay y Paraguay, que ahora encuentran mejores condiciones para negociar en el mercado internacional.
La situación en Brasil: de liquidación a retención
Brasil, que hasta agosto había impulsado una liquidación de la ganadería, ha cambiado su estrategia hacia una retención, limitando la oferta disponible para exportación. Este cambio ha disparado los precios internos: el valor del novillo en Brasil alcanzó los 3,50 dólares por kilo en gancho, un aumento del 30% desde los 2,70 dólares que se registraban a mitad de año. Este ajuste, en parte, responde a la dinámica de los mercados internacionales, donde China y Estados Unidos incrementaron su demanda, buscando compensar la menor oferta brasileña.
En la reciente feria internacional de SIAL en París, los precios que paga China por la carne de novillo brasileña reflejaron este contexto. Se registró un aumento de aproximadamente 300 dólares por tonelada en el precio de la carne destinada al gigante asiático. Ante la disminución de la oferta brasileña, los importadores chinos no han tenido más opción que pagar valores más altos para garantizar el suministro.
Efectos en el Cono Sur: Uruguay y Paraguay se benefician
La menor disponibilidad de carne brasileña en los mercados internacionales también ha tenido un impacto positivo en los precios de la carne de otros países del Cono Sur. En Paraguay, por ejemplo, el valor del novillo subió de 3,00 a 3,40 dólares por kilo en gancho, un incremento del 10%. En Uruguay, el precio se acercó a los 4 dólares por kilo en gancho, consolidándose como uno de los más altos de la región.
El aumento de precios en estos países refleja no solo la menor oferta brasileña, sino también una creciente demanda internacional que busca alternativas confiables para abastecerse. Sin embargo, aunque estos países se benefician de la coyuntura, ninguno tiene la capacidad de reemplazar plenamente el volumen de exportación que Brasil aporta al mercado global. Por lo tanto, los precios de la carne en los mercados de exportación se mantienen elevados, respaldando una mayor rentabilidad para los productores del Cono Sur.
La situación en Argentina: altos precios y desafíos de exportación
En Argentina, los precios del novillo han mostrado poca variación en comparación con los ajustes observados en sus países vecinos. Los exportadores argentinos pagan actualmente entre 3.800 y 4.000 pesos por kilo en gancho, lo que, debido a factores cambiarios y a la deducción del 6,75% de derechos de exportación, equivale a más de 4 dólares por kilo. Sin embargo, estos precios están por encima de la capacidad de pago del sector exportador, que debe trabajar “a contra-margen” debido a la presión de estos costos.
Los exportadores argentinos enfrentan una dificultad adicional: la rigidez en los valores del dólar oficial, que afecta su competitividad en el mercado internacional. Aunque los precios del novillo en países vecinos se han incrementado, el ganado argentino sigue siendo el más caro de la región, y el estancamiento del dólar mantiene la expectativa de que los valores en el mercado local continuarán en niveles altos, dificultando la posibilidad de mejorar la competitividad argentina en el corto plazo.
Perspectivas del mercado y desafíos de la región
La industria de la carne en el Cono Sur enfrenta un panorama de precios firmes debido a la combinación de una menor oferta brasileña y una demanda internacional sólida. Esta tendencia parece que continuará beneficiando a los productores de países como Uruguay y Paraguay, quienes tienen mayor flexibilidad para responder a los cambios en los precios internacionales.
Para Argentina, el desafío reside en cómo manejar los costos elevados y la limitación que supone la cotización oficial del dólar, que afecta su capacidad de competir en el mercado global. Mientras tanto, el mercado seguirá siendo volátil, con ajustes que dependerán en gran medida de la disponibilidad de carne en Brasil y de las políticas cambiarias en Argentina. La situación presenta una oportunidad para fortalecer la presencia de los países del Cono Sur en los mercados internacionales, pero también plantea la necesidad de estrategias más flexibles para adaptarse a los cambios en el contexto regional e internacional.