La ganadería mejoró sus márgenes y compite con la agricultura
La ganadería vuelve a ganar terreno frente a la agricultura en Argentina, con márgenes brutos que, en algunos casos, superan a los de los cultivos tradicionales. Según un informe de la consultora AZ Group, preparado para la Asociación Argentina de Angus, las actividades mixtas, que combinan agricultura y ganadería, están viendo un reequilibrio entre ambas áreas, debido a la caída de los precios de los granos y al aumento de costos en pesos.
Comparación de márgenes entre agricultura y ganadería
Para el productor que maneja un campo mixto con tierras propias, los márgenes brutos de la ganadería están compitiendo con los de la agricultura, especialmente en la región pampeana. Francisco Udaquiola, analista de AZ Group, destaca que los márgenes agrícolas se han visto afectados por el descenso de los precios de la soja, el maíz y el girasol, así como por un incremento de los costos en pesos. Además, la persistente brecha cambiaria ha generado incertidumbre en las proyecciones agrícolas.
En comparación, la ganadería vacuna ha mantenido precios más estables y se ha visto menos afectada por los incrementos en costos variables, lo que la convierte en una alternativa competitiva, especialmente para los productores mixtos. Por ejemplo, en el sudeste de Buenos Aires, los márgenes brutos proyectados para algunos cultivos son los siguientes:
- Girasol: 300 dólares por hectárea, con un rendimiento estimado de 24 quintales por hectárea.
- Soja: 248 dólares por hectárea, con un rendimiento de 28 quintales.
- Maíz: 307 dólares por hectárea, con un rendimiento de 80 quintales.
Frente a estos números, la cría vacuna, con una carga de 1,1 vacas por hectárea y una producción de 182 kilos de carne por hectárea, genera un margen bruto de 218 dólares por hectárea. Aunque estos márgenes son menores que los agrícolas, la ganadería ofrece ventajas adicionales, como el uso eficiente de los rastrojos y la menor exposición a pérdidas en escenarios climáticos adversos, como los asociados al fenómeno de La Niña.
La recría como alternativa competitiva
Una recría eficiente, que aumente el peso de terneros de 180 a 297 kilos en un período de 180 días, con una ganancia diaria de 650 gramos y una carga de cuatro cabezas por hectárea, puede alcanzar un margen bruto de 421 dólares por hectárea. Este valor es superior al de los cultivos agrícolas, lo que subraya el potencial de la ganadería en sistemas bien gestionados.
El sudoeste de Buenos Aires también ofrece ejemplos similares. En esta zona, los márgenes proyectados para los cultivos son:
- Girasol: 186 dólares por hectárea, con un rendimiento de 18 quintales.
- Soja: 234 dólares por hectárea, con un rendimiento de 24 quintales.
- Maíz: 204 dólares por hectárea, con un rendimiento de 65 quintales.
Por otro lado, un planteo de invernada con compra de terneros de 200 kilos y venta de novillitos para consumo de 330 kilos, bajo un sistema pastoril, arroja un margen de 449 dólares por hectárea, superando ampliamente los márgenes agrícolas.
Consideraciones estratégicas
Más allá de los números alentadores, Udaquiola subraya que es importante evaluar el sistema productivo en su conjunto, considerando la sustentabilidad a largo plazo. La combinación de agricultura y ganadería en campos mixtos no solo permite diversificar ingresos, sino que también contribuye a la sostenibilidad del suelo y del medio ambiente, algo que resulta fundamental en un contexto de alta volatilidad económica.
Sin embargo, la ganadería también presenta desafíos, como la necesidad de inmovilizar mayor capital y las inversiones en infraestructura que demanda, como corrales y pasturas. Pese a estos requerimientos, el análisis sugiere que la ganadería vacuna, bien manejada, tiene hoy un lugar destacado en el escenario productivo argentino, compitiendo de manera favorable con los cultivos de granos gruesos.
En conclusión, el sistema mixto, que combina agricultura y ganadería, está resurgiendo como una estrategia competitiva y sustentable para los productores argentinos, especialmente en tiempos de incertidumbre climática y económica.
