Ganadería 2025: sigue alta la faena de hembras y los precios chinos repuntan, pero poco

El sector de la ganadería argentino atraviesa un panorama complejo marcado por una alta faena de hembras y precios internacionales que muestran una leve recuperación pero aún lejos de los valores óptimos. Durante 2024, los frigoríficos del país procesaron 2,6 millones de vacas, representando casi un 12% del stock inicial de 22,4 millones de cabezas. Este nivel de extracción plantea un desafío para la sostenibilidad del rodeo nacional y la reposición de animales a futuro.
Una faena elevada que preocupa a la ganadería
La faena de hembras es un indicador clave en la ganadería, ya que su incremento puede afectar la cantidad de vientres disponibles para la reproducción, impactando en la oferta de terneros y el crecimiento del stock bovino. Aunque los datos oficiales del stock nacional vacuno al 31 de diciembre de 2024 aún no están confirmados, desde el Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan) se anticipa que la tendencia observada en la faena de vacas y vaquillonas sugiere una posible caída en el stock de vientres en producción.
Entre enero y diciembre de 2024, los frigoríficos argentinos procesaron 2,6 millones de vacas, cifra apenas un punto por debajo del nivel de extracción registrado en 2023, año marcado por una fuerte sequía. Además, preocupa el incremento de la faena de vaquillonas, que por segundo año consecutivo superó los 4 millones de cabezas, representando más de la mitad del stock registrado bajo esa categoría.

Pérdida de rentabilidad y un mercado chino que no despega
A pesar del alto volumen de faena, los productores no logran una rentabilidad adecuada. En 2024, los precios pagados por China a la industria cayeron en promedio un 10% interanual, alcanzando niveles similares a los registrados durante la pandemia. Esta baja en los valores impactó en la capacidad de compra de los frigoríficos exportadores, lo que se tradujo en una reducción del 6% en las cotizaciones que reciben los productores. Comparado con los precios máximos de 2022, el retroceso acumulado alcanza el 20%.
Sin embargo, en los últimos días comenzaron a observarse leves signos de recuperación. Con la reactivación del mercado asiático tras las festividades del Año Nuevo Lunar, los precios de referencia para el ciclo 2025 muestran una mejora del 3% al 4% en los cortes más demandados por China. Según el INDEC, en enero se exportaron a ese país unas 30.200 toneladas de carne bovina por un valor total de U$S 100,9 millones. El precio promedio de venta se ubicó en U$S 3.343 por tonelada, marcando un incremento del 9% respecto de diciembre de 2024, aunque todavía lejos de los U$S 5.150 por tonelada alcanzados en 2022.

El impacto de China en la ganadería argentina
Desde la campaña 2018/19, la crisis por la Peste Porcina Africana en China modificó sustancialmente el mercado de vacas. El gigante asiático pasó a desempeñar un rol clave en la demanda de esta categoría, dándole un valor comercial que antes era marginal en el momento del descarte.
Este cambio en la dinámica productiva permitió que la faena de vacas se convierta en una fuente de ingresos significativa para los criadores, representando más del 30% de su facturación anual. Según el Rosgan, el valor promedio de las vacas con destino a faena creció más del 35% en términos reales desde 2018, con picos superiores al 75% en el primer tercio de 2022.
Esto también impactó en los volúmenes de faena. En los últimos años, la cantidad de vacas procesadas mensualmente aumentó de un promedio de 150.000 a 170.000 cabezas a niveles de entre 200.000 y 230.000, alcanzando picos de 250.000 en 2023.

Perspectivas para 2025
Si bien los primeros indicios apuntan a una mejora en los precios, la recuperación del mercado de vacas sigue siendo incierta. La sostenibilidad del stock bovino dependerá de una combinación de factores, entre ellos, una menor extracción de vientres, una mayor rentabilidad para los productores y un repunte sostenido en la demanda de exportación.
El desafío para el sector será encontrar un equilibrio entre la necesidad de vender y la importancia de preservar la capacidad reproductiva del rodeo, garantizando así la estabilidad y el crecimiento de la ganadería argentina en el mediano plazo.