Frigoríficos: reclaman reformas estructurales para mejorar la competitividad
En un contexto de “sinceramiento” de costos y baja inflación, la industria de frigoríficos de la carne en Argentina enfrenta una creciente preocupación por la pérdida de competitividad, especialmente frente a su principal rival, Brasil. El informe elaborado por Rosgan, una de las entidades más representativas del sector ganadero, destacó la necesidad urgente de reformas estructurales para mejorar los márgenes de la industria y fortalecer su competitividad en un escenario económico de menor inflación y un dólar más estable.
El informe subraya que la competitividad de la industria exportadora es clave no solo para los frigoríficos, sino también para el resto de la cadena productiva. En este sentido, Rosgan reclamó una mayor desregulación y una reducción de costos operativos, lo que permitiría a los frigoríficos adaptarse mejor al nuevo contexto económico planteado por el gobierno de Javier Milei.
Eficiencia operativa como clave para la supervivencia
En este nuevo escenario económico, la eficiencia operativa de los frigoríficos se convierte en el principal objetivo para cualquier empresa agropecuaria que quiera seguir siendo competitiva. Según Rosgan, el sector ganadero argentino ha estado transitando por un “virtual estancamiento” en términos de producción en las últimas décadas, y ahora se enfrenta a la necesidad de adaptarse rápidamente a la nueva realidad económica.
El informe puntualiza que uno de los grandes desafíos a enfrentar es la fuerte presión de costos que afecta directamente los márgenes de las empresas. “La competencia con Brasil se ha vuelto cada vez más difícil debido a sus costos más bajos y a la reciente devaluación de su moneda, lo que les ha permitido ganar competitividad. En cambio, en Argentina, los costos operativos siguen en aumento, alimentados por la suba de tarifas y salarios, mientras que el dólar se mantiene retrasado y las retenciones continúan afectando la exportación”, explicaron desde Rosgan.
Reformas laborales y tributarias para los frigoríficos
Rosgan señaló que una de las grandes demandas que se le hace a la gestión actual es la implementación de las reformas laborales y tributarias anunciadas, las cuales podrían aliviar la presión sobre los frigoríficos. Estas reformas son vistas como esenciales para mejorar el ambiente de negocios y lograr una reducción de los costos que afecten la competitividad, tanto en el mercado interno como en el externo.
El sector cárnico argentino atraviesa una situación compleja, en la que los costos laborales, impuestos y tarifas han subido considerablemente, lo que ha reducido los márgenes y ha afectado la rentabilidad de los frigoríficos. A esto se le suman las retenciones a las exportaciones, que continúan siendo un obstáculo para los productores que buscan aprovechar las oportunidades del mercado internacional.
A pesar de este panorama, Rosgan considera que el primer año bajo la administración de Milei ha sido positivo en términos generales. Sin embargo, el informe también advierte sobre los riesgos asociados a la demora de las reformas pendientes, que de no implementarse podrían frenar el crecimiento sostenido de la industria.
En comparación con Brasil, Argentina enfrenta una presión impositiva más alta y costos operativos crecientes. Esto hace que la competitividad del sector cárnico argentino se vea cada vez más amenazada, por lo que las reformas estructurales se presentan como la única salida viable para consolidar el crecimiento y mejorar la eficiencia de toda la cadena productiva.
“Si bien siempre elegimos quedarnos con la mirada del vaso medio lleno, no debemos dejar de observar cautelosamente los riesgos asociados a la demora de estas reformas. Sin ellas, el sector continuará enfrentando desafíos que podrían limitar su capacidad de crecimiento y competitividad a nivel internacional”, concluyó el informe de Rosgan.
En definitiva, la industria cárnica argentina se encuentra en un punto crítico. La urgencia de implementar reformas laborales y tributarias se presenta como un factor clave para asegurar un futuro competitivo para el sector, que no solo depende de mejorar su eficiencia operativa, sino también de un marco económico más favorable para las empresas del rubro.