Los frigoríficos celebraron la quita de retenciones
Los frigoríficos aplaudieron el Decreto 38/2025, que establece la eliminación de retenciones a las exportaciones de productos de economías regionales, entre ellos los cueros crudos y procesados en sus primeras etapas, marcó un hito en una batalla que se extendió por más de cinco décadas entre los frigoríficos y las industrias curtidoras en Argentina. La medida fue celebrada por diversos actores del sector cárnico, quienes ven en esta resolución una oportunidad para recuperar la competitividad internacional y solucionar viejas problemáticas ligadas al manejo de estos subproductos.
Un cambio histórico: fin a las retenciones y a la protección de las curtiembres
El decreto establece una alícuota del 0% para la exportación de cueros y pieles en bruto, curtidos y procesados, eliminando un sistema que, según los frigoríficos, los mantenía cautivos de los precios fijados por las curtiembres nacionales. Estas, beneficiadas históricamente por el lobby industrial, contaban con una protección que impedía a los frigoríficos exportar directamente productos como cueros salados o wet blue, obligándolos a venderlos localmente a precios muy inferiores a los internacionales.
Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), destacó la relevancia del cambio:
“Ahora no hay impedimento para tener un precio de referencia real e internacional, algo que no ocurría hace 50 años. Antes había incluso un veedor del sector curtidor, privado, que controlaba como si fuera la Aduana. Este pequeño detalle no se había mencionado antes”.
Por su parte, Miguel Jairala, del Consorcio ABC, señaló que la medida también corrige distorsiones en la base imponible utilizada para calcular las retenciones, lo que inflaba artificialmente los costos de exportación:
“Cualquier alícuota que se aplicara tenía un impacto real mucho más alto debido al método de cálculo. Esto era una protección excesiva”.
Impacto en el mercado del cuero: expectativas y desafíos
Aunque la eliminación de retenciones es vista como un paso positivo, los frigoríficos reconocen que el mercado internacional del cuero atraviesa una crisis que no puede resolverse con políticas locales. Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de Argentina (CICCRA), explicó:
“El cuero ya no tiene el mismo protagonismo que en los años 90 o 2000. Antes, representaba el 5% del valor de un novillo, lo que beneficiaba tanto al productor como al consumidor. Hoy, debido a la aparición de sustitutos en sectores como la industria automotriz y la moda, el cuero no está en su mejor momento”.
Además, Urcía agregó que, si bien los precios internacionales están deprimidos, la eliminación de las retenciones podría aliviar el manejo de los cueros, que a menudo se habían convertido en un pasivo ambiental debido a la falta de demanda local:
“Antes, las curtiembres, con su posición dominante, a veces ni siquiera retiraban los cueros, lo que obligaba a los frigoríficos a buscar formas ecológicas de descartarlos. Con esta medida, aunque los precios sigan bajos, al menos evitaremos ese costo para la industria”.
Un gesto definitivo, pero con cautela sobre el futuro
A pesar del entusiasmo inicial, algunos actores del sector expresaron cierta cautela sobre la posibilidad de que esta decisión se revierta en el futuro, dado que el decreto podría modificarse con otra resolución similar. Miguel Schiariti recordó que en el pasado hubo intentos fallidos de eliminar las retenciones, como ocurrió durante el gobierno de Roberto Lavagna:
“Ya en su momento se quitaron las retenciones por 90 días, pero luego volvieron por la presión destructiva de las curtiembres. Espero que esta vez no suceda lo mismo”.
En contraste, Urcía destacó que el carácter normativo del decreto muestra una mayor solidez en esta ocasión:
“El gobierno anterior de Macri intentó hacerlo y no lo logró; el de Alberto Fernández solo hizo una suspensión temporal. Ahora, esta eliminación es definitiva y refleja un cambio estructural”.
La decisión de eliminar las retenciones no solo abre la puerta a un mercado internacional más competitivo para los frigoríficos, sino que también promete mayor transparencia y libertad en el comercio de cueros. Sin embargo, los industriales coinciden en que el éxito dependerá de la evolución de los precios globales y la recuperación de la demanda por el cuero bovino, un mercado que podría tardar años en reactivarse completamente.
Mientras tanto, los frigoríficos celebran el fin de un sistema que los mantenía atados a prácticas que consideraban injustas y anticompetitivas. Con esta medida, Argentina podría dar el primer paso hacia la recuperación de un sector que, a pesar de sus desafíos actuales, tiene el potencial de ser una fuente clave de ingresos para la industria cárnica.