Ford y su legado en los tractores desde el 1900: una revolución en la agricultura


¿Sabías que los tractores fueron un pilar en la historia de Ford? La era industrial trajo consigo cambios radicales en la forma en que la humanidad abordaba el trabajo agrícola. Uno de los pioneros que vio el potencial de unir la máquina con el campo fue Henry Ford, quien transformó no solo la industria automotriz, sino también la maquinaria agrícola. Desde su infancia en la granja de su familia en Springwells Township, cerca de Detroit, entendió las dificultades del trabajo manual en el campo y dedicó parte de su vida a aliviarlas mediante la tecnología.

Nacimiento del tractor Fordson: 1907-1918

En 1907, Henry Ford construyó su primer prototipo de maquina, al que denominó “arado de automóvil”. Este vehículo experimental, equipado con un motor y camisas de agua de cobre, sentó las bases para el desarrollo de la maquinaria agrícola moderna. En 1916, el Fordson, el primer modelo producido en masa, se fabricó inicialmente para exportación y, en 1918, llegó a manos de los agricultores estadounidenses.

Este revolucionó el diseño y la eficiencia de esta maquinaria. Era ligero, asequible y confiable, características que lo hicieron accesible para los agricultores promedio. Además, su fabricación en masa permitió a la empresa ofrecerlo a un precio significativamente más bajo que el de sus competidores.

Tractores, Ford

Impacto del Fordson en la agricultura

Durante la década de 1920, el Fordson dominó el mercado estadounidense, representando el 75 % de todos los producidos en el país. Su versatilidad no se limitó a las tareas agrícolas; también se utilizó para transportar materiales como madera y carbón, mover vagones de mercancías, quitar nieve y realizar trabajos industriales diversos.

El Fordson no solo reemplazó a los caballos en el campo, sino que también se destacó por su capacidad para realizar tareas de manera más rápida y económica. Fue una inversión rentable que contribuyó al crecimiento de la Motor Company y al avance de la mecanización agrícola.

Evolución y expansión: 1939-1961

Después de una pausa en la producción en Estados Unidos en 1928, del óvalo retomó el desarrollo de maquinaria agrícola con el modelo 9N en 1939. Este modelo marcó el inicio de una colaboración entre Henry y Harry Ferguson, cuya empresa Ferguson-Sherman comercializó el tractor. Sin embargo, esta relación terminó en 1946, poniendo fin a la producción del modelo 9N.

En 1953, el óvalo celebró su 50 aniversario con el lanzamiento del modelo NAA, conocido como Golden Jubilee. Este simbolizó no solo medio siglo de historia, sino también el compromiso de la compañía con la innovación y el crecimiento en el mercado agrícola.

A mediados de la década de 1950, del óvalo presentó las series 600 y 800, diseñados para el cultivo en hileras y equipados con motores de gasolina y gas LP. En 1961, la compañía lanzó su modelo más grande y potente hasta entonces: el Ford 6000, impulsado por un motor diésel de seis cilindros de alto rendimiento. Este modelo representó un hito en la historia de los óvalos, destacándose por su capacidad y durabilidad.

Tractores, Ford

Legado de Henry Ford en la maquinaria agrícola

La contribución de Henry Ford a la agricultura va más allá de sus innovaciones técnicas. Su comprensión de las dificultades del trabajo agrícola, nacida de su experiencia personal, lo llevó a diseñar soluciones que transformaron la vida de los agricultores.

La producción en masa de estas máquinas del óvalo permitió democratizar el acceso a la maquinaria agrícola, reduciendo la dependencia del trabajo manual y aumentando la productividad en el campo. Como afirmó el propio Ford: “He caminado muchas millas cansado detrás de un arado y conozco todo el trabajo pesado que implica”.

La historia de los tractores del óvalo, desde el primer prototipo en 1907 hasta el modelo del óvalo 6000 en 1961, es un testimonio del impacto de la innovación en la agricultura. Con cada avance, Ford Motor Company redefinió el papel de la maquinaria en el campo, dejando un legado que aún perdura como símbolo de progreso y modernización en la industria agrícola.