Financiamiento en el campo 2025: un nuevo escenario de inversión y eficiencia productiva

Con la inflación controlada y tasas de interés en alza, el financiamiento en el campo enfrenta un cambio de paradigma. Desde el sector bancario aseguran que la estrategia de tomar créditos para licuarlos con la devaluación ha quedado atrás. “Ahora, con tasas positivas, detrás de cada inversión tiene que haber un negocio real”, afirma Hernán Busch, Gerente de Agronegocios del Banco Galicia. A medida que se acerca la nueva campaña, los productores deben adaptar sus estrategias para optimizar la eficiencia productiva y maximizar la rentabilidad.
El panorama financiero en el campo
El 2024 estuvo marcado por la incertidumbre económica y climática, lo que llevó a los productores a adoptar estrategias más defensivas en materia de financiamiento. “El último trimestre del año pasado el financiamiento repuntó. No solo en nuestro caso, hubo crecimiento en todo el sistema y eso continuó en enero”, explicó Busch en diálogo con Valor Carne.

Durante los primeros meses del año, el sector enfrentó desafíos vinculados a la inflación y la volatilidad cambiaria. Además, factores climáticos adversos, como la amenaza de una nueva Niña, generaron mayor cautela en las decisiones de inversión. “No se vendían granos, se compraban solo los insumos necesarios y se evitaba el financiamiento anticipado“, detalló Busch.
Sin embargo, en 2025 el escenario parece más claro. “Dos factores cambiaron el ánimo de los productores: la baja de retenciones y las lluvias”, afirmó el especialista. En el caso de la ganadería, la recuperación de los precios de la hacienda desde fines de 2024 ha mejorado las condiciones del negocio y generado expectativas favorables para el campo.
Cambio de paradigma: el financiamiento atado a la productividad
Hasta hace poco, el financiamiento en el campo se utilizaba como herramienta para sortear la inflación. “Nos acostumbramos a pedir prestado sabiendo que la moneda se iba a devaluar y que pagaríamos menos en términos reales. Es un modelo inviable para un país”, recordó Busch. Ahora, con tasas de interés por encima de la inflación, el foco debe estar en la eficiencia productiva.
Esto implica que los productores deberán evaluar cuidadosamente cada inversión y asegurarse de que haya un negocio rentable detrás de cada decisión financiera. “En la compra de insumos, por ejemplo, tras una campaña floja, el productor no tiene un stock acumulado y deberá salir a comprar lo que realmente necesite”, explicó Busch. Esto podría impulsar la demanda anticipada de ciertos productos clave, como semillas de maíz. En cambio, en el caso de los agroquímicos, la incertidumbre sobre precios y stock sugiere que no sería necesario anticipar compras.

Opciones de financiamiento para la ganadería
El sector ganadero del campo también enfrenta un nuevo contexto. “Tras la caída del año pasado y en un escenario sin problemas climáticos a la vista, la retención de vientres será clave para que la oferta de carne pueda crecer”, afirmó Busch. Para ello, existen diversas opciones de financiamiento, tanto a tasas fijas como variables, que permitirán a los productores estructurar su estrategia de inversión.
Respecto a los créditos en dólares para el campo, Busch indicó que si bien el Banco Central los autorizó recientemente, aún se está trabajando en su implementación. “El ganadero puro no tiene un flujo de dinero atado al dólar, por lo que no cuenta con capacidad de repago en esa moneda. Es una herramienta que podría ser útil en el futuro si la producción y la exportación crecen y el precio de la hacienda se ajusta más al mercado externo que al consumo interno“, explicó.

Expoagro 2025: una plataforma clave para el financiamiento
De cara a la nueva campaña, los bancos trabajan para presentar opciones de financiamiento atractivas en Expoagro 2025 para el campo. “Ningún banco ha definido aún la tasa, pero desde el Galicia estamos ajustando nuestra mejor opción y confiamos en que será muy conveniente”, anticipó Busch.
En este contexto, los productores del campo deberán enfocarse en estrategias que maximicen la eficiencia y permitan aprovechar las oportunidades de inversión sin depender exclusivamente de la evolución de la inflación o el tipo de cambio. Con un nuevo esquema de financiamiento, el agro argentino se enfrenta a un desafío inédito: apostar a la productividad como motor de crecimiento sostenible.
Con información de ValorCarne