Fiebre aftosa 2025: Europa en alerta por su regreso
La fiebre aftosa vuelve a encender las alarmas en Europa tras confirmarse un brote en Alemania, el primero en el país en 37 años. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) informó que el virus fue detectado en una granja de búfalos de agua en Hoppegarten, en la región de Brandeburgo, cerca de Berlín. Este hecho marca no solo el regreso de la enfermedad a Alemania desde 1988, sino también el primer caso en el continente europeo desde 2011, cuando hubo un brote en Bulgaria.
Impacto en Europa y medidas de contención
La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente al ganado bovino, porcino, ovino y caprino. Aunque no representa un riesgo para la salud humana, su capacidad de propagación y las graves consecuencias económicas para la industria ganadera la convierten en una amenaza significativa.
Según la OMSA, Alemania actuó rápidamente tras detectar el brote, implementando estrictas medidas de contención para prevenir la propagación del virus. “La detección temprana y la respuesta inmediata son clave para limitar el impacto de cualquier brote de fiebre aftosa”, destacó el organismo internacional. Actualmente, el Instituto Friedrich-Loeffler, laboratorio nacional de referencia para la enfermedad, está llevando a cabo pruebas adicionales para determinar la cepa exacta del virus.
En la granja afectada, compuesta por 14 búfalos de agua, se tomaron medidas de cuarentena inmediata. Este brote podría tener repercusiones en las políticas sanitarias de la Unión Europea, que ya mantiene estrictos controles en la importación de carne para evitar la entrada de enfermedades.
Un problema recurrente en Europa
El brote más reciente de fiebre aftosa en Europa, antes del caso alemán, ocurrió en Bulgaria en 2011. Sin embargo, la región ha enfrentado episodios significativos en el pasado, como el devastador brote en el Reino Unido en 2001, que se extendió a Francia, Irlanda y los Países Bajos. En ese entonces, el sacrificio masivo de animales fue necesario para contener la enfermedad, con pérdidas económicas multimillonarias.
En Alemania, el último registro de fiebre aftosa databa de 1988, cuando un brote afectó a Baja Sajonia. Esta reaparición plantea desafíos adicionales para el país y para el continente en general, especialmente considerando el contexto de intercambio comercial dentro de la Unión Europea.
Simultáneamente, Israel también informó casos de fiebre aftosa, lo que agrava el panorama global. En El Akbar, la enfermedad afectó a 68 bovinos, con tres fallecimientos reportados. Según la OMSA, este brote podría estar relacionado con movimientos ilegales de ganado, lo que subraya la importancia de controlar el transporte de animales para prevenir la diseminación del virus.
Israel es un importante destino para las exportaciones de carne argentina, por lo que estos casos podrían generar repercusiones indirectas en el comercio exterior de países productores.
Implicancias para Argentina
Aunque la distancia geográfica parece excluir un riesgo directo para el país, esta situación podría derivar en cambios en las barreras sanitarias impuestas por la Unión Europea, uno de los principales mercados para la carne argentina. Por otro lado, la reaparición de la fiebre aftosa pone en evidencia la importancia de mantener altos estándares de bioseguridad en el comercio internacional.
El regreso de la fiebre aftosa a Europa y su aparición en Israel representan un desafío para la sanidad animal global y la industria ganadera. Si bien Alemania y otros países han implementado medidas inmediatas, la situación subraya la necesidad de fortalecer los sistemas de vigilancia y las políticas de bioseguridad para evitar futuros brotes y garantizar la estabilidad del comercio internacional.