¿Está a salvo el maíz? La chicharrita aumentó su presencia en casi todas las regiones
Un reciente informe de la Red Nacional de Monitoreo de chicharrita del maíz ha revelado un incremento en la presencia de la Dalbulus maidis en diversas regiones del país, lo que enciende alertas, especialmente en el noreste argentino. Aunque la situación actual es menos grave que la del año pasado, los expertos recomiendan extremar las medidas de monitoreo y control, particularmente en las zonas con cultivos tardíos que aún son susceptibles al achaparramiento.
Crecimiento de la chicharrita del maíz y zonas más afectadas
El informe, correspondiente al 14° relevamiento de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, analizó 379 localidades en Argentina entre el 8 y el 23 de febrero de 2025, así como nueve puntos en Uruguay. Como era previsible en esta época del año, la presión de la plaga aumentó en paralelo a la expansión de los cultivos de maíz, que sirven de hábitat y alimento a este insecto monófago.
La situación varía según la región. En el noroeste argentino, una zona endémica de la plaga, se detectó un incremento del 18% en la cantidad de localidades con más de 50 adultos capturados por trampa. Sin embargo, el 80% de los cultivos en esta región ya superaron el periodo de susceptibilidad al achaparramiento, al encontrarse en estadios fenológicos avanzados.
En cambio, en el noreste argentino, la preocupación es mayor. Se registró un aumento significativo de la presión de la plaga en provincias como Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe. En esta zona, el 23% de los cultivos relevados aún se encuentran en etapas vegetativas tempranas o intermedias, lo que los hace vulnerables. Especialmente en lotes con siembras tardías, los especialistas consideran crucial continuar el monitoreo para anticipar futuros incrementos de la plaga y mitigar su impacto.
Situación en otras regiones
En la región del Litoral también se observó un incremento en la presencia de la plaga, con un aumento del 19% en las localidades donde se capturaron más de 21 adultos por trampa, en particular en Entre Ríos. No obstante, en esta zona predominan los cultivos de maíz temprano, de los cuales el 73% ya se encuentran en estadios reproductivos avanzados, reduciendo el riesgo de daño.
En el Centro Norte del país, casi la mitad de las localidades (47%) no registraron presencia de la plaga. Aunque se observó un ligero aumento en la presión del vector en el noreste de Córdoba y el norte de Santa Fe, el 82% de los cultivos están en etapas fenológicas avanzadas, por lo que el riesgo de achaparramiento es bajo.
Por otro lado, la región Centro-Sur mantuvo su situación estable, sin cambios respecto de la medición anterior. Más del 96% de las localidades relevadas no detectaron la presencia de la chicharrita en las trampas cromáticas adhesivas, y el 94% de los cultivos de maíz está en fases avanzadas de desarrollo.
Recomendaciones de los expertos
A pesar de que la mayoría de los cultivos se encuentran fuera de peligro inmediato, los especialistas insisten en la importancia de continuar con el monitoreo activo. “Aunque los maíces estén fuera de peligro con la plaga, hay que seguir monitoreando, porque es importante conocer la dinámica poblacional de la plaga en las diferentes zonas agroecológicas para desarrollar estrategias efectivas de manejo”, explicó Alejandro Vera, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y coordinador de la Red de Monitoreo.
Entre las estrategias recomendadas, se destaca la intensificación del monitoreo en regiones con cultivos tardíos y la implementación de medidas de control químico si la presión de la plaga lo requiere. Asimismo, se subraya la importancia de generar información continua sobre la dinámica poblacional de Dalbulus maidis para prevenir futuros brotes y mitigar su impacto en la producción de maíz.
En conclusión, si bien la situación actual es menos crítica que la del año pasado, la presencia de la chicharrita sigue en aumento en varias regiones, lo que obliga a los productores a mantenerse alerta y a aplicar estrategias de manejo para proteger la productividad del maíz en Argentina.
