Alerta sanitaria por el virus de la Encefalitis Japonesa en cerdos en Australia
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Las autoridades sanitarias de Australia han emitido una alerta tras detectar la reaparición del Virus de la Encefalitis Japonesa (JEV, por sus siglas en inglés) en dos granjas porcinas en Queensland, al noreste del país. Este virus, transmitido por mosquitos, representa una amenaza tanto para la industria porcina como para la salud humana debido a su potencial zoonótico.
Una reaparición preocupante de la Encefalitis Japonesa
La presencia de la Encefalitis Japonesa no es nueva en Australia continental, pero su reaparición genera preocupación debido a los estragos que causó en 2022, cuando afectó a más de 80 granjas y provocó serias pérdidas productivas en el sector agropecuario. El virus se mantiene en un ciclo natural entre mosquitos y ciertos huéspedes vertebrados, especialmente aves acuáticas como garzas y avetoros, que actúan como reservorios.
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Los cerdos, por su parte, son considerados huéspedes amplificadores del virus. En estos animales, la infección puede provocar problemas reproductivos graves, como abortos espontáneos, momificación fetal y el nacimiento de lechones con debilidad extrema y trastornos neurológicos. Las altas tasas de mortalidad en estos casos pueden generar importantes pérdidas económicas para los productores.
Si bien los caballos y los humanos también pueden infectarse con el JEV, se consideran huéspedes finales porque no desarrollan niveles de viremia lo suficientemente altos como para propagar la enfermedad. Sin embargo, en los humanos, la infección puede derivar en distintos niveles de gravedad.
Los síntomas iniciales de la Encefalitis Japonesa incluyen fiebre, dolor en las articulaciones y erupciones cutáneas. En los casos graves, pueden manifestarse complicaciones neurológicas como rigidez en el cuello, confusión, convulsiones y, en situaciones críticas, encefalitis severa. Se estima que menos del 1% de las personas infectadas desarrollan una infección cerebral grave, aunque cuando esto ocurre, la tasa de mortalidad puede ser significativa.
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Medidas de prevención y control
Ante este escenario, las autoridades sanitarias australianas han reforzado las medidas de bioseguridad en las granjas afectadas por la Encefalitis Japonesa y han instado a los productores a implementar estrategias de control de mosquitos para reducir la propagación del virus. Entre las recomendaciones emitidas por Bioseguridad Queensland se encuentran:
- La eliminación de fuentes de agua estancada donde los mosquitos puedan reproducirse.
- La aplicación de insecticidas en áreas de alto riesgo.
- El uso de redes protectoras en instalaciones porcinas.
- La vigilancia continua de los animales para detectar signos tempranos de la enfermedad.
En cuanto a la población general, se ha recomendado a los residentes de Queensland y zonas aledañas que mantengan sus vacunas al día y adopten medidas preventivas para evitar las picaduras de mosquitos, como el uso de repelentes y ropa de manga larga.
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La reaparición del virus Encefalitis Japonesa en Australia pone en evidencia los desafíos constantes que enfrenta el sector agropecuario ante enfermedades zoonóticas emergentes. A medida que el cambio climático altera los patrones de distribución de los vectores, como los mosquitos, el riesgo de nuevos brotes sigue latente.
Las acciones rápidas y coordinadas entre productores, veterinarios y autoridades sanitarias serán clave para contener la propagación del virus y minimizar su impacto tanto en la industria porcina como en la salud pública.