En el primer semestre del año los frigoríficos produjeron 158 millones de kilos más de carne 


El precio de la carne vacuna tiene registros que van desactualizados en relación a la inflación y, en parte, una de las causas de este fenómeno reside en una gigantesca oferta que llega cada día al mercado. Además, se registra una demanda que no cede ante la inflación, en un contexto de pérdida del poder adquisitivo de la sociedad. 

Este exceso en la oferta se vio acrecentado por la sequía que afectó durante los últimos meses a muchas regiones del país y derivó en una necesidad de parte de los productores de sacar a sus animales de los campos y de su encierre en feedlots. Esto repercutió en un ingreso masivo de hacienda en los frigoríficos que luego colmó las carnicerías y los supermercados. 

Según detallan los datos del informe de faena publicado por Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC, en total entre enero y junio se sacrificaron 7,32 millones de cabezas, un 12,7% más que los 6,5 millones de la primera mitad de 2022.

Con estas cifras, la producción final de carne bovina se ubicó en 1,66 millones de toneladas equivalentes res con hueso en lo que va del año. Esto significó un 10,6% por encima de los 1,5 millones del mismo período del año anterior. En este sentido, la suba interanual fue menor que la de la faena, ya que el peso de la media res, en este contexto de sequía, se redujo de 230,6 kilos de hace un año a 226,2 en la actualidad.

En este marco, son 158.400 toneladas más en seis meses. Traducido, son 158,4 millones de kilos más producidos por los frigoríficos argentinos. La entidad descontó un 30% destinado a la exportación, y aseguró que, actualmente, hay unos 110 millones de kilos extra volcados al mercado interno, traducido a cada habitante del país, son 2,4 kilos de más.