Noroeste: refuerzan acciones para combatir la plaga de langostas
La plaga de langostas volvió a generar preocupación en el noroeste de Argentina, particularmente en las provincias de Santiago del Estero, Catamarca, y Córdoba. Este fenómeno encendió alarmas en el sector agrícola debido a su capacidad de desplazarse rápidamente con la ayuda del viento, complicando significativamente su control.
Desde la Federación de Asociaciones Agropecuarias Santiagueñas (FAAS), se informó que las langostas pueden recorrer hasta 100 kilómetros por día, lo que incrementa la complejidad del control. La Sociedad Rural de Jesús María (SRJM) alertó sobre los daños visibles en el noroeste de Córdoba, mientras que productores locales, afectados por la reciente plaga de chicharritas en el maíz, vigilan de cerca la situación.
Hasta la fecha, más de 900 focos de langostas fueron controlados en diversas regiones, con alrededor de 300 focos registrados y gestionados eficazmente cerca de Catamarca. Sin embargo, la problemática persiste, y la amenaza se trasladó a otras áreas productivas.
La situación comenzó en Matará, Santiago del Estero, con un control inicial exitoso. Posteriormente, las langostas se desplazaron a Catamarca y otras provincias. Además, países vecinos como Paraguay y Bolivia también enfrentan esta plaga, lo que representa un riesgo regional significativo debido a la naturaleza migratoria de las langostas.
Dos mangas principales de langostas fueron identificadas: una moviéndose hacia el norte con una ubicación exacta aún indeterminada, y otra en el norte de Córdoba, que está siendo controlada por el gobierno provincial y el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria).
Las langostas, conocidas por su capacidad de consumir una amplia variedad de vegetación, incluyendo cultivos agrícolas y pastos, representan una grave amenaza para la agricultura. Los equipos de control recomiendan marcar y fumigar las mangas de langostas durante las tardes y noches, cuando se asientan, preferiblemente utilizando aviones antes de que emprendan vuelo al día siguiente con temperaturas más cálidas.
Un desafío adicional en el control de esta plaga es la proximidad de las langostas a áreas pobladas y apiarios, lo que limita el uso de insecticidas aéreos. En estos casos, se deben utilizar equipos de turbosoplantes para minimizar el impacto en las comunidades y en la apicultura.
Las autoridades locales están trabajando arduamente para contener la situación y evitar un escenario similar al de años anteriores, cuando la plaga avanzó desde Córdoba hacia el centro de Entre Ríos, afectando también a Corrientes. La cooperación regional y el monitoreo constante son cruciales para manejar esta amenaza y proteger la producción agrícola en el país.
El control de la plaga de langostas es una carrera contra el tiempo y la naturaleza. La combinación de esfuerzos locales y nacionales, junto con la cooperación internacional, es esencial para mitigar los daños y asegurar la estabilidad agrícola en la región.