El Gobierno eliminó 200 aranceles para darle impulso a las exportaciones


El Gobierno Nacional ha eliminado más de 200 aranceles establecidos por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), una medida que busca simplificar y abaratar los trámites vinculados a habilitaciones, certificaciones y autorizaciones en el sector agroalimentario. Según la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), esta iniciativa “favorecerá los trámites de exportación” y refuerza la competitividad del rubro agroexportador, clave en la economía del país.

Detalles de los aranceles y medida

La decisión fue oficializada mediante la Resolución 116/2024, publicada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. Este reordenamiento arancelario forma parte de las políticas de desregulación impulsadas por el Gobierno, enmarcadas en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 firmado por el presidente Javier Milei. El DNU establece la eliminación de normativas que distorsionen precios, obstaculicen la libre iniciativa privada o interfieran en el equilibrio entre oferta y demanda.

Según el SENASA, la eliminación de estos aranceles abarca trámites gestionados por las Direcciones Nacionales de Sanidad Animal, Protección Vegetal, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, y Operaciones, así como la Dirección General de Laboratorios y Control Técnico. El objetivo es incrementar la eficiencia del organismo sin comprometer la calidad de sus servicios ni la protección zoofitosanitaria.

El organismo también subrayó que esta medida mantiene sus estándares de fiscalización y preserva la salud pública al supervisar productos como agroquímicos, fármacos veterinarios, fertilizantes y alimentos, garantizando inocuidad y calidad en cumplimiento con el Código Alimentario Argentino.

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El sector agroalimentario, responsable del 78 % de las exportaciones argentinas durante el primer semestre de 2024, se beneficiará directamente de esta desregulación. Según datos de la AAICI, los complejos de soja, maíz, trigo, carne, cebada, girasol y pesca encabezaron las ventas internacionales en el período.

En este contexto, las exportaciones de aceites, granos y subproductos agroindustriales mostraron un crecimiento interanual superior al 40 %, consolidando su rol como motores de la economía. La AAICI destacó, además, su apoyo al sector mediante la organización de la participación de 514 empresas argentinas en 23 ferias internacionales en 11 países, facilitando el acceso a mercados globales.

Un paso hacia la desburocratización de exportaciones

La eliminación de aranceles se enmarca en una estrategia más amplia de desburocratización estatal, orientada a fomentar la eficiencia en la gestión pública y a potenciar el desarrollo privado. El SENASA, en este caso, asume un rol facilitador, reduciendo costos y tiempos administrativos sin perder su misión central de garantizar la sanidad animal y vegetal, así como la inocuidad de los alimentos.

Para los productores agropecuarios, esta medida representa un alivio económico y operativo, ya que elimina barreras administrativas que encarecían los procesos de exportación. Asimismo, refuerza la competitividad del agro argentino en un escenario internacional marcado por la creciente demanda de alimentos y la necesidad de adaptarse a los estándares globales.

La decisión de eliminar estos 200 aranceles responde a la necesidad de modernizar y dinamizar el sector agroexportador, uno de los pilares de la economía nacional. En un contexto de mayor apertura y simplificación normativa, las empresas argentinas tendrán mejores condiciones para competir en mercados internacionales, diversificar su oferta y ampliar su presencia en nuevos destinos.

Si bien la medida ha sido bien recibida por el sector privado, su éxito dependerá de la continuidad de políticas que aseguren la estabilidad macroeconómica, el acceso a financiamiento competitivo y la promoción de inversiones en infraestructura logística que faciliten las exportaciones. En este sentido, la combinación de desregulación estatal y apoyo institucional será clave para consolidar a Argentina como un proveedor estratégico de alimentos a nivel global.