El girasol en alerta ante una nueva amenaza desconocida en Argentina


Se detectó por primera vez en América la presencia de la planta parasitaria Orobanche cumana, que afecta gravemente el cultivo de girasol. El hallazgo tuvo lugar en Bolivia y generó preocupación en el sector agrícola de la región, ya que esta maleza es altamente invasiva y podría llegar a Argentina si no se toman las medidas de prevención necesarias. Ante esta situación, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) comenzó a implementar acciones preventivas para evitar su ingreso al país.

Características de la Orobanche cumana y su impacto en el girasol

La Orobanche cumana es una planta parásita que no realiza fotosíntesis y depende completamente del girasol para obtener agua y nutrientes, lo que resulta en un debilitamiento del cultivo, deteniendo su crecimiento e incluso provocando la muerte de la planta. Esta maleza puede medir entre 40 y 60 cm de altura, y su tallo, que se asemeja a un espárrago, emerge en la base del girasol, floreciendo simultáneamente con este.

Dispersión y riesgos asociados

La dispersión de la Orobanche cumana es uno de los aspectos más preocupantes, ya que sus diminutas semillas pueden propagarse fácilmente a través del viento, el agua, los animales o incluso mediante el contacto con maquinarias, herramientas y vestimentas. Debido a esta facilidad de dispersión, la maleza representa un gran riesgo para la producción de girasol en Argentina, donde es considerada una plaga ausente de importancia cuarentenaria.

Girasol

Medidas de prevención en Argentina

El Senasa señaló la importancia de prevenir la entrada de esta maleza al país, dada su potencial para causar daños económicos significativos. Se establecieron requisitos fitosanitarios específicos para el ingreso de semillas de países donde la Orobanche cumana está presente, y se está trabajando en conjunto con el sector privado para implementar una red de vigilancia que permita la detección temprana y el control de la plaga en caso de su eventual aparición en Argentina.

Melisa Nedilskyj, del área de protección vegetal del Senasa, destacó que esta es la primera vez que la Orobanche cumana se presenta en América, y advirtió sobre la necesidad de monitorear los cultivos de girasol para identificar la presencia de la maleza. Según Mario De Gracia, especialista del Senasa, esta maleza se puede identificar en el campo mediante un monitoreo visual, ya que su tallo brota en la base de las plantas de girasol. En ausencia de estos tallos visibles, se pueden descalzar las plantas para observar si las raíces están infestadas.

girasol

Recomendaciones para los productores

Ante la amenaza que representa la Orobanche cumana, el Senasa enfatizó la importancia de que los productores adquieran semillas certificadas por el Instituto Nacional de Semillas (Inase). Esta medida es fundamental para evitar la dispersión de semillas contaminadas y proteger la producción de girasol en el país.

Estado actual del cultivo de girasol en Argentina

En cuanto al desarrollo del cultivo de girasol en Argentina, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que, hasta la fecha, la siembra progresó un 3% intersemanal, cubriendo el 5,2% de las 1,85 millones de hectáreas proyectadas para la campaña 2024/25. Sin embargo, se registra una demora del 10,6% en comparación con el promedio histórico de siembra.

El descubrimiento de la Orobanche cumana en Bolivia y la amenaza que representa para el girasol en Argentina subraya la importancia de la vigilancia y la implementación de medidas fitosanitarias estrictas para proteger este cultivo clave en la agricultura del país.