El consumo masivo cae un 10,6% en enero: los comercios de barrio, los más afectados


El consumo masivo en Argentina continuó su tendencia a la baja en enero de 2025, registrando una contracción del 10,6% en las ventas de supermercados y autoservicios, según el informe mensual de la consultora Scentia. Esta caída, aunque pronunciada, representa una desaceleración en comparación con las cifras registradas en 2024, año en el que el consumo se contrajo un 13,9% en términos interanuales. No obstante, las expectativas apuntan a que el sector podría comenzar a mostrar signos de recuperación a partir del segundo trimestre del año, con una proyección de crecimiento del 3% para finales de 2025.

Los negocios de barrio, los más golpeados

Los datos de Scentia reflejan que la caída del consumo no ha afectado a todos los formatos de venta por igual. Mientras que las grandes cadenas de supermercados experimentaron una disminución del 7,2% en sus ventas (8,4% en el Área Metropolitana de Buenos Aires -AMBA- y 6,3% en el interior del país), los autoservicios independientes sufrieron un desplome mucho mayor, con una caída del 13,5%. La diferencia entre ambos canales se hace aún más notoria en el AMBA, donde los autoservicios de barrio registraron una contracción del 17,1%, mientras que en el interior la baja fue del 11,6%.

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La disparidad en el impacto se debe en gran medida a la capacidad de los supermercados de ofrecer mejores precios y promociones gracias a su poder de negociación con los proveedores, así como a los descuentos aplicados a través de acuerdos con bancos y billeteras virtuales. Esta estrategia ha permitido que los consumidores opten cada vez más por realizar sus compras en las grandes superficies, en detrimento de los comercios más pequeños, que tienen menos margen para ofrecer descuentos competitivos.

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Un enero marcado por la estacionalidad

Si bien la caída de las ventas de consumo masivo es evidente, es importante destacar que la variación mensual presenta una dinámica particular en enero. En comparación con diciembre de 2024, las ventas en los supermercados cayeron un 11%, pero este fenómeno es habitual en el primer mes del año, ya que diciembre suele estar marcado por un aumento estacional en el consumo debido a las Fiestas. Por este motivo, la comparación interanual ofrece un mejor parámetro para evaluar la situación real del mercado.

Los rubros más afectados

El análisis de los distintos rubros muestra que todas las categorías sufrieron caídas interanuales en enero, aunque algunas lo hicieron en mayor medida que otras. Los productos más golpeados fueron las bebidas con alcohol (-19,3%) y los productos impulsivos, como golosinas y snacks, que registraron una baja del 17,4%. En contraste, ciertos rubros lograron un desempeño más estable dentro del canal de supermercados. Los productos de limpieza para el hogar y la ropa crecieron un 3,2%, los perecederos aumentaron un 2,7%, y los alimentos experimentaron un leve repunte del 0,1%.

Por otro lado, en los autoservicios de barrio, la caída del consumo fue más homogénea y profunda en todas las categorías, reflejando las dificultades económicas que enfrentan estos comercios para atraer clientes en un contexto de pérdida del poder adquisitivo.

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Según los analistas de Scentia, el consumo masivo continuará registrando caídas interanuales durante el primer trimestre del año. Sin embargo, a partir de abril o mayo se espera una estabilización y un leve repunte. “Sigue muy ensanchado el gap entre ingresos e inflación, y aunque se recuperen los salarios, tomará muchos meses reducir esa brecha, que fue de casi 30 puntos entre 2023 y el primer semestre de 2024”, señalaron desde la consultora.

A pesar de este escenario desafiante, la expectativa es que el consumo masivo cierre 2025 con un crecimiento del 3% en las unidades vendidas de alimentos, bebidas, artículos de limpieza y cosmética, impulsado por la recuperación del poder adquisitivo de los hogares y una mayor estabilidad en los precios.

El impacto de las promociones y la brecha de precios

Uno de los factores que han permitido una menor caída en las grandes cadenas de supermercados es la agresiva estrategia de descuentos y promociones implementada desde mediados de 2024. Con la baja en las tasas de interés y la necesidad de estimular el consumo, proliferaron las ofertas con bancos y billeteras digitales, ofreciendo rebajas de hasta el 30% sin tope de reintegro.

Además, el diferencial de precios entre supermercados y autoservicios independientes sigue siendo significativo. En diciembre, esta brecha alcanzó el 23%, lo que refuerza la tendencia de los consumidores a optar por los canales de venta que ofrecen mayores beneficios económicos.

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Inflación y precios: una desaceleración clave

Otro factor que influye en el desempeño del consumo masivo es la evolución de los precios. Durante el segundo semestre de 2024, los valores de los alimentos y artículos de limpieza y cosmética comenzaron a mostrar una desaceleración en su crecimiento, lo que ayudó a moderar la caída del consumo en comparación con los meses previos. El informe de Scentia destacó que el precio promedio ponderado de los productos continuó reduciendo su ritmo de aumento en enero, en línea con la tendencia observada en los últimos meses.

El consumo masivo en Argentina sigue atravesando un período de contracción, aunque con signos de desaceleración en la caída. Mientras los supermercados logran amortiguar en parte el impacto gracias a estrategias de descuentos y promociones, los comercios de barrio enfrentan un panorama más adverso. La expectativa para 2025 es que la situación mejore gradualmente a partir del segundo trimestre, con un cierre de año en terreno positivo. Sin embargo, la recuperación dependerá en gran medida de la evolución del poder adquisitivo de los consumidores y de la estabilidad de los precios en los próximos meses.