El clima para verano 2024-2025: calor intenso y lluvias variables en Argentina


El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) publicó su Pronóstico Climático Trimestral para el período diciembre-febrero, anticipando un verano marcado por temperaturas más altas de lo normal en casi todo el país y lluvias con patrones regionales dispares. Este escenario plantea desafíos y oportunidades para sectores como la agricultura y la gestión de recursos hídricos.

El informe del SMN señala que las temperaturas medias estarán por encima de lo normal en la mayor parte del territorio nacional, con dos excepciones: el extremo nordeste y el extremo sur, donde se esperan valores entre normales y ligeramente superiores al promedio histórico. Esto significa que ninguna región del país tendrá temperaturas por debajo de lo normal, consolidando la tendencia de calor extremo que se viene registrando en 2024.

Los datos del Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) refuerzan este panorama. Según el organismo, los meses de septiembre y octubre alcanzaron récords históricos como los más cálidos de los últimos 64 años, mientras que noviembre se ubicó en el puesto 12 de ese mismo ranking. En este contexto, el 2024 podría posicionarse como el segundo año más cálido de la serie histórica, detrás del 2023, que mantiene el primer lugar.

Lluvias: una realidad heterogénea

El pronóstico de precipitaciones muestra un panorama mucho más diverso. Las proyecciones del SMN para el trimestre diciembre-febrero indican:

  • Región Pampeana: se espera un retorno a lluvias normales, una buena noticia tras meses de déficit hídrico.
  • Cuyo y el oeste del NOA: lluvias normales a superiores a lo normal, lo que podría beneficiar a la agricultura y al almacenamiento de agua en estas áreas.
  • Patagonia: se pronostica una escasez de precipitaciones, lo que podría agravar problemas de sequía en la región.
  • NEA y Litoral: no se identifica una tendencia clara debido a la incertidumbre vinculada al fenómeno de La Niña y la falta de consenso en los modelos globales analizados por el SMN.

Esta variabilidad en las lluvias resalta la complejidad del clima en el país y la influencia de factores globales como El Niño o La Niña, que suelen impactar de manera desigual en las distintas regiones.

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Impacto del clima en la agricultura y la planificación

El verano proyectado trae implicancias importantes para el sector agrícola, que deberá adaptarse a las altas temperaturas y a las lluvias variables según la región. Las condiciones cálidas pueden acelerar el desarrollo de cultivos, pero también aumentar la presión sobre los sistemas de riego y el consumo de agua.

Por su parte, la región pampeana, con lluvias normales esperadas, podría beneficiarse en cultivos de verano como el maíz y la soja, tras meses complicados por la falta de precipitaciones. Sin embargo, las zonas con pronósticos inciertos, como el NEA y el Litoral, deberán mantener un monitoreo constante para ajustar sus estrategias productivas.

El pronóstico del SMN subraya la necesidad de estar preparados para un verano caluroso y con lluvias desiguales. Los sectores agrícola, energético y de gestión de recursos hídricos deberán tomar decisiones informadas para mitigar los efectos del calor extremo y aprovechar las oportunidades que puedan surgir de las lluvias esperadas.

Mientras tanto, el comportamiento climático refuerza una tendencia global de años consecutivos con temperaturas récord, una señal de alerta para redoblar esfuerzos en estrategias de adaptación al cambio climático y gestión sostenible de los recursos naturales.