El Banco Central renovó por 12 meses el tramo activado del swap con China por US$ 5.000 millones

En una medida clave para sostener la estabilidad financiera y afrontar el complejo escenario internacional, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció este jueves la renovación total del tramo activado del swap con el Banco Popular de China (PBOC) por US$ 5.000 millones, por un plazo adicional de 12 meses.
Este acuerdo representa una herramienta crucial para las reservas internacionales del país y constituye uno de los principales respaldos con los que cuenta el BCRA mientras se avanza en una reconfiguración del régimen monetario y cambiario. El swap renovado le permitirá a la autoridad monetaria disponer de estos fondos en su totalidad hasta mediados de 2026, evitando así la reducción gradual del tramo activado que originalmente iba a comenzar en junio de 2025.
Qué es el swap y por qué es importante
El swap de monedas con China es un mecanismo que permite el intercambio de monedas entre ambos bancos centrales: yuanes por pesos en este caso, aunque el acuerdo también se ha utilizado para acceder a divisas de libre disponibilidad —como dólares— en momentos de necesidad.
Este instrumento ha sido utilizado en varias oportunidades por la Argentina, especialmente cuando las reservas internacionales se encuentran en niveles bajos o cuando existen restricciones en el acceso a los mercados financieros internacionales. El swap con China fue firmado inicialmente en 2009 y se ha ido renovando y ampliando con el paso del tiempo. La última activación, por US$ 5.000 millones, se concretó en 2023, en un momento en el que las reservas netas del BCRA estaban en niveles críticos.
El anuncio de su extensión fue comunicado por la entidad presidida por Santiago Bausili, quien destacó que esta renovación contribuirá a reducir los riesgos asociados a la transición hacia un régimen monetario y cambiario consistente y sostenible, especialmente en el actual contexto internacional complejo y volátil para los flujos de capitales.

Un respaldo clave en medio del cambio de régimen económico
La decisión de renovar el tramo activado del swap llega en un momento bisagra para la política económica argentina. En paralelo a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para la aprobación de un nuevo programa por US$ 20.000 millones, el Gobierno se prepara para salir del cepo cambiario e implementar un nuevo régimen con bandas de flotación.
En este contexto, contar con instrumentos financieros que refuercen las reservas y aumenten el margen de maniobra del Banco Central es fundamental. El swap con China se convierte así en un componente estratégico de esa ingeniería financiera, ya que le otorga al BCRA un colchón adicional de liquidez para afrontar cualquier tensión cambiaria o desequilibrio de corto plazo.
Además, el acuerdo con China refuerza los vínculos bilaterales entre ambos países en el plano económico y comercial. China es el segundo socio comercial de la Argentina y uno de los principales destinos de sus exportaciones agroindustriales. A su vez, el gigante asiático ha mostrado en los últimos años un creciente interés en fortalecer su presencia financiera y estratégica en América Latina.

Impacto en el mercado y perspectivas del Banco Central
Aunque el anuncio del BCRA no tuvo un efecto inmediato sobre los mercados financieros, los analistas destacan que esta renovación envía una señal de respaldo internacional a la política económica del Gobierno. El acceso a liquidez por parte del Banco Central —a través del swap con China, sumado a los fondos que se esperan del FMI— constituye una fuente de tranquilidad para los operadores del mercado, en medio de una transición económica sensible.
De esta forma, el swap con China continúa siendo un instrumento clave para la estabilidad macroeconómica, especialmente en tiempos de alta incertidumbre. Con esta renovación, el BCRA gana tiempo y margen de acción para continuar con las reformas estructurales que exige el nuevo modelo monetario en construcción.