Economía: el PBI argentino creció 3,9% y el Riesgo País perforó los 700 puntos


La economía argentina presentó señales mixtas en el tercer trimestre de 2024, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El Producto Interno Bruto (PIB) mostró un crecimiento desestacionalizado del 3,9% respecto al segundo trimestre del año, impulsado principalmente por la recuperación del consumo privado y el aumento en las exportaciones. Sin embargo, en términos interanuales, el PIB registró una caída del 2,1%, reflejando las dificultades que aún enfrentan varios sectores clave de la economía.

El desempeño de los diferentes sectores económicos evidenció un panorama desigual:

  • Industria: Experimentó una caída significativa del 5,9%, restando un punto porcentual al crecimiento general.
  • Agricultura, ganadería y silvicultura: Se destacó con un crecimiento interanual del 13,2%, aportando 0,58 puntos porcentuales al PIB, gracias a una mejora en las cosechas tras la sequía de años anteriores.

Demanda global: consumo y exportaciones en foco

El análisis de la demanda global mostró un comportamiento variado:

  • Consumo privado: Aunque creció un 4,6% respecto al trimestre anterior, cayó un 3,2% interanualmente, evidenciando las restricciones al poder adquisitivo de los hogares.
  • Consumo público: Creció un 0,7% respecto al segundo trimestre, pero presentó una baja del 4% frente al mismo período del año pasado.
  • Exportaciones de bienes y servicios: Subieron un 20,1% interanualmente, destacándose como un motor de recuperación económica.
  • Formación bruta de capital fijo: Se redujo un 16,8% en comparación con 2023, reflejando una disminución en la inversión, especialmente en los sectores de construcción (-20,6%) y maquinaria (-20,2%).

En comparación con el segundo trimestre de 2024, los indicadores de la economía mostraron una mejora general:

  • Importaciones: Aumentaron un 9,1%.
  • Formación bruta de capital fijo: Creció un 12%, destacando una recuperación puntual en la inversión.
  • Exportaciones: Se incrementaron un 3,2%.
  • Consumo privado y público: Presentaron avances del 4,6% y 0,7%, respectivamente.

El crecimiento del 3,9% respecto al trimestre anterior brinda señales alentadoras para una economía en proceso de ajuste. Sin embargo, la caída interanual del 2,1% destaca los desafíos estructurales que persisten, como la falta de dinamismo en la industria y la disminución de la inversión en capital fijo.

Javier Milei, CPAC, economía

El riesgo país cae al nivel más bajo en cinco años

En un contexto de relativa estabilidad de la economía, el riesgo país de Argentina alcanzó los 681 puntos básicos, marcando su nivel más bajo en cinco años. Este indicador, que comenzó 2024 en torno a los 2000 puntos, ha seguido una tendencia descendente, logrando reducirse a casi un tercio de su valor inicial en menos de un año.

El riesgo país es un indicador que mide el riesgo percibido por los inversores al adquirir deuda de un país, comparando el interés que ese país debe pagar por sus bonos con el que paga la Reserva Federal de los Estados Unidos. A menores niveles, se interpreta que el país ofrece un entorno más seguro para las inversiones.

  1. Estabilidad política: La previsibilidad de las políticas públicas y la ausencia de crisis institucionales contribuyen a reducir la percepción de riesgo.
  2. Deuda pública: Una deuda manejable en términos de pago genera confianza en los mercados internacionales.
  3. Situación fiscal: La mejora en las cuentas fiscales y un déficit controlado son claves para mantener este indicador bajo control.

Impacto y perspectivas de la economía

La caída del riesgo país abre una ventana de oportunidades para la economía argentina, ya que permite al Gobierno y a las empresas acceder a financiamiento externo a menores tasas de interés. Además, refleja un aumento de la confianza de los mercados internacionales en la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones financieras.

Sin embargo, mantener este nivel dependerá de factores como la evolución del contexto económico global, la implementación de políticas fiscales responsables y la sostenibilidad de la deuda pública.