Día de las Mujeres Rurales: Argentina y un mayor liderazgo femenino en el campo
Este 15 de octubre, el campo celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una jornada instituida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2008 para reconocer el papel fundamental que desempeñan las mujeres en el ámbito rural y su contribución a la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible. Las mujeres rurales, que representan aproximadamente el 43 % de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, desempeñan un rol crucial en la producción agroalimentaria a nivel global, a menudo en condiciones desafiantes.
El liderazgo femenino en el campo
El trabajo de las mujeres en el sector rural es esencial para garantizar la producción de alimentos, la gestión de los recursos naturales y el bienestar de las comunidades rurales. A pesar de su importancia, las mujeres rurales enfrentan barreras significativas, como el acceso limitado a la tierra, los recursos productivos, la educación y la financiación, así como las desigualdades salariales y la falta de reconocimiento de su trabajo.
En los últimos años, sin embargo, se ha visto un creciente liderazgo femenino en el campo. Diversas iniciativas y proyectos a nivel global y local buscan impulsar su protagonismo en áreas clave como la agricultura, la ganadería y la agroindustria. Estos proyectos no solo apuntan a mejorar la equidad de género, sino también a potenciar la productividad y sostenibilidad del sector agrícola.
Iniciativas que fortalecen el rol de las mujeres rurales
Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales han implementado programas diseñados para fortalecer las capacidades de las mujeres rurales. Estas iniciativas incluyen desde la capacitación en técnicas agrícolas y la mejora del acceso a financiamiento, hasta el empoderamiento para que participen en la toma de decisiones en sus comunidades.
Un ejemplo de estas iniciativas es el trabajo de la Red de Mujeres Rurales, que brinda apoyo y formación para que las mujeres accedan a mejores oportunidades económicas y sociales. En varias regiones de Argentina y otros países de América Latina, se han lanzado programas que facilitan el acceso a microcréditos y a recursos para emprendimientos liderados por mujeres.
Participación de las mujeres en el campo
El sector agropecuario en Argentina, compuesto por agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, mostró una participación de las mujeres del 12,7% en el año 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). A pesar de ser una cifra relativamente baja en comparación con la participación masculina, que representa el 87,3%, se observaron avances en la reducción de la brecha salarial entre mujeres y hombres en este sector.
El salario de las mujeres en el campo
Según el INDEC, en 2023, el salario promedio mensual de los hombres en estas actividades fue de $326.126, mientras que el de las mujeres fue de $295.596. Aunque las mujeres ganaron un 9% menos que los hombres, esta diferencia disminuyó en los últimos años, pasando de un 15% en 2021 a un 9% en 2023. Este progreso, aunque significativo, refleja que aún existen desafíos importantes en términos de igualdad de género en el ámbito agropecuario.
Un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba también analizó estos datos, destacando que, dentro del sector agropecuario, la mayoría de las mujeres trabajadoras se encuentran en el rango de edad de 30 a 49 años, representando el 56% del total de mujeres en este sector. Además, el 24% de las mujeres tiene menos de 30 años, y el 20% son mayores de 50 años.
El Censo Nacional Agropecuario 2018 (CNA-18) realizado por el INDEC reveló que de las 210.664 explotaciones agropecuarias (EAP) gestionadas por personas humanas, el 20% estaba a cargo de mujeres, mientras que el 78% estaba a cargo de hombres. Aunque la participación femenina en la gestión de explotaciones agropecuarias es baja, se observan diferencias significativas a nivel provincial. Por ejemplo, en la provincia de Jujuy, el 42% de las explotaciones están gestionadas por mujeres, lo que contrasta con provincias como Córdoba, donde solo el 14% de las explotaciones están en manos femeninas.
En cuanto al nivel educativo de las mujeres agrícolas en Córdoba, el 37% completó solo la educación primaria, el 30% alcanzó la educación secundaria, y el 29% logró estudios terciarios o universitarios. Solo un 8% de estas mujeres recibió especialización en orientación agropecuaria, lo que sugiere un área de oportunidad para mejorar la formación técnica y profesional en este sector.
Por otro lado, la participación femenina en la educación superior en áreas relacionadas con la agricultura también mostró un crecimiento. Según el Departamento de Información Universitaria de la Nación, en 2022, las mujeres representaron el 38% de los estudiantes de la carrera de Ingeniería Agronómica, lo que refleja un aumento del 10% desde 2014. Este crecimiento indica un cambio positivo en la inclusión de mujeres en disciplinas tradicionalmente dominadas por hombres, aunque todavía existe una subrepresentación en comparación con otros campos académicos.
En términos de gestión de tierras, las mujeres argentinas que administran explotaciones agropecuarias tienden a hacerlo en superficies más pequeñas. Según el CNA-18, el 22% de las mujeres gestionan explotaciones de hasta 5 hectáreas, mientras que solo el 0,5% está a cargo de superficies de 10.000 hectáreas o más. En la provincia de Córdoba, las mujeres gestionan un total de 262.507 hectáreas de cultivos, con un 78% de estas áreas dedicadas a oleaginosas y cereales.
Aunque la participación de las mujeres en el sector agropecuario argentino sigue siendo limitada, se lograron avances en la reducción de la brecha salarial y en la inclusión de mujeres en áreas de educación y gestión agrícola. Sin embargo, todavía existen desafíos significativos, especialmente en términos de equidad en la gestión de explotaciones y en la necesidad de una mayor especialización agropecuaria. La continua promoción de la educación y el empoderamiento de las mujeres en este sector será crucial para lograr una mayor igualdad de género en el agro argentino.
