Campo argentino: cuáles son los 4 grandes desafíos que enfrentan los productores


El campo es el principal motor de ingresos de divisas para el país, generando alrededor del 60% de los dólares que ingresan a la economía nacional. Sin embargo, este sector enfrenta una serie de limitantes que le impiden desarrollar todo su potencial en los mercados internacionales.

Según el Monitor de Exportaciones Agroindustriales, elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), existen cuatro grandes obstáculos que están frenando el posicionamiento global de los productos agroindustriales argentinos: la falta de acuerdos internacionales, la excesiva cantidad de trámites administrativos, los derechos de exportación y el atraso cambiario.

Los grandes desafíos del campo

1.Falta de acuerdos internacionales

Uno de los principales desafíos que enfrenta Argentina es su limitada red de acuerdos comerciales. Mientras que la Unión Europea cuenta con 40 acuerdos, Chile con 32, China con 18 y Estados Unidos con 14, Argentina solo tiene ocho acuerdos comerciales vigentes. Estos acuerdos son cruciales para reducir barreras arancelarias y no arancelarias, como las sanitarias, que limitan el acceso de los productos argentinos a otros mercados. “Es necesario establecer alianzas estratégicas que dinamicen nuestras ventas al mundo”, señaló Natalia Ariño, economista de FADA.

2. Excesiva burocracia y rrámites administrativos

El proceso para exportar productos agroindustriales desde Argentina está plagado de trámites administrativos que ralentizan y encarecen la operativa. Esta burocracia excesiva no solo afecta la competitividad en los mercados internacionales, sino que también impone barreras internas que dificultan el crecimiento de la producción. Según el informe, “es necesario agilizar el proceso para que la economía crezca, un camino que se comenzó a recorrer”.

3. Derechos de exportación

Los derechos de exportación, comúnmente conocidos como “retenciones”, son otro de los obstáculos que enfrentan los productores agroindustriales. Este impuesto, que es atípico a nivel mundial, desincentiva la producción, la inversión y la generación de empleo en el sector. “Son contados con una mano los países que tienen este tipo de impuesto; somos un caso muy atípico”, comentó Ariño. Las retenciones no solo reducen la rentabilidad de las exportaciones, sino que también afectan la capacidad del sector para reinvertir y expandirse.

4. Atraso cambiario

El atraso cambiario es otro factor que afecta negativamente la competitividad de las exportaciones argentinas. Cuando el tipo de cambio no refleja adecuadamente las condiciones económicas, las exportaciones pierden competitividad frente a productos de otros países, y se incrementa la entrada de importaciones, lo que complica aún más el escenario para los productores locales.

Potencial del sector pese a los obstáculos

A pesar de estos desafíos, el sector agroindustrial argentino continúa siendo un pilar fundamental de la economía. En el primer semestre de 2024, las cadenas agroindustriales generaron ingresos por 24.000 millones de dólares. Este logro se da en un contexto donde Argentina ocupa posiciones destacadas en el comercio internacional, siendo el primer exportador mundial de jugo y aceite de limón, y aceite de soja; el segundo en maní, porotos y yerba; y el tercero en maíz y harina de soja.

El informe de FADA también destacó el rol de la carne vacuna argentina, que logró posicionarse en las mesas de más de 50 países, con exportaciones por 1.750 millones de dólares en el primer semestre del año.

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Perspectivas del campo

A pesar de las dificultades, las proyecciones para las exportaciones agroindustriales en lo que resta de 2024 son optimistas. Se espera que los despachos totales alcancen entre 45.000 y 50.000 millones de dólares, lo que representaría un incremento cercano a los 12.000 millones de dólares en comparación con 2023. Sin embargo, los desafíos en términos de competitividad cambiaria y precios internacionales continúan siendo una preocupación para el sector.

Aunque el complejo agroindustrial argentino enfrenta obstáculos significativos, su resiliencia y capacidad de generar ingresos para el país sigue siendo notable. Con mejoras en la política comercial y en la reducción de barreras internas, el sector tiene el potencial de crecer aún más y consolidar su posición en el escenario global.