Denuncian intoxicación por la presencia de festucosis o “cornezuelo”


Luego del daño que generó en varias zonas del país el despliegue territorial del escarabajo “7 de oro” durante el verano pasado, una problemática que se asemeja vuelve a hacerse presente en la ganadería y generó las primeras señales de alerta.

Se trata de casos generados por la presencia de festucosis o “cornezuelo” (Claviceps purpurea), que suscitaron la debida búsqueda de mayor información ante los especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Balcarce.

“Se han recibido las primeras consultas ante la presencia cornezuelo en algunas pasturas de gramíneas de la región central de la provincia de Buenos Aires, en el área de influencia del INTA Balcarce”, señalaron desde allí.

Además expusieron que las altas temperaturas del verano pueden incidir negativamente en el cuadro de situación.

Puede ser un problema grave para animales pastoreando festucas tóxicas u otras gramíneas colonizadas por Claviceps purpúrea”, apuntaron. Eso puede favorecer la aparición de síndrome distérmico.

“Animales agitados con salivación excesiva, elevada temperatura corporal, búsqueda continua de agua y sombra y mortandad de animales”, calificaron desde el cuerpo de especialistas.

¿QUÉ HACER?

En el alerta difundido vías redes sociales, desde el INTA Balcarce apuntan a:

  • Evaluar la presencia de hongos en festucas y otros alimentos
  • Asegurar sombra y agua de calidad
  • Evitar movimiento de hacienda y, en caso de requerirlo, utilizar información meteorológica para su programación debida.
Festucosis

LAS CLAVES

Germán Cantón, especialista en Salud Animal del INTA Balcarce, señaló que “este hongo crece en distintas gramíneas forrajeras, como festuca o rye grass, es muy frecuente, pero no se hace visible hasta que la planta entra en floración y allí se hace visible de una manera más simple”.

En diálogo con Infocampo expresó que “el mismo emerge reemplazando alguna semilla y por esa razón es que lo vemos en esta época del año, que es cuando las gramíneas entran en floración“.

“Este hongo, si se dan las condiciones climáticas, estará presente o no y a veces en algunos años hay mayor presencia. Con el calor y la ingesta, el animal sufre un cuadro distérmico que puede manifestar dificultad respiratoria o busca agua en lagunas o aguadas para contrarrestar el efecto”, comentó.

Incluso, una vez que el animal deja de comer este recurso forrajero, puede estar varios días más intoxicado. “Puede darse una o dos semanas más”, señaló Cantón.

No hay tratamiento específico, sí prevención. Y si hay presencia del hongo se recomienda hacer un corte para que ese hongo caiga y los animales no lo coman”, explicó .

“Hasta ahora hemos tenido unas consultas desde el centro de la provincia de Buenos Aires. Y si bien aquí en el sur aún no sucedió, se espera que prontamente se pueda ver esta problemática”, cerró.

Fuente: infocampo