Cuyo contra la polilla de la vid: se encienden las alarmas por las falta de fondos
La polilla de la vida, llamada lobesia botrana, es una de las principales amenazas para las plantaciones de uvas en Argentina. Este insecto, que puede causar estragos en los viñedos, es un enemigo constante que los productores deben enfrentar cada año para proteger su producción. Sin embargo, en las últimas horas, las provincias cuyanas, mayores productoras de uvas del país, comenzaron a expresar una creciente preocupación ante la posible falta de recursos para combatir esta plaga.
El origen de esta inquietud radica en la decisión del Gobierno nacional de recortar el gasto público, lo que incluiría la eliminación de los fondos destinados al programa de lucha contra la polilla de la vid. La medida ha generado alarma en Mendoza y San Juan, las provincias más afectadas, ya que el financiamiento de este programa es crucial para mantener la producción vitivinícola en niveles óptimos.
La polilla de la vid es una amenaza latente para la producción
El programa de combate contra la polilla de la vid había sido financiado por la Nación en años anteriores, en gran parte gracias a la vigencia de una ley que obligaba al Estado a destinar recursos a esta causa. Sin embargo, con la reciente decisión del Gobierno de Javier Milei de eliminar los Aportes No Reembolsables (ANR), la continuidad del programa quedó en duda. Este cambio de política deja a los productores y a los gobiernos provinciales en una situación delicada, ya que hasta ahora la mayor parte de los fondos provenía del Gobierno nacional.
Ante este escenario, Mendoza y San Juan han comenzado a evaluar alternativas de financiamiento para no dejar desprotegidos a los viñedos. Ambas provincias están considerando la posibilidad de utilizar recursos propios o de colaborar con otras regiones productoras de uvas para hacer frente a la plaga. La colaboración interprovincial podría ser clave para encontrar una solución que permita continuar con las campañas de control de la polilla de la vid, aunque los recursos nacionales ya no estén disponibles.
Retrasos en el pago de cuotas y deudas pendientes
El panorama se complica aún más con las deudas acumuladas por algunos productores. El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, denunció que un número significativo de productores ha sido lento en el pago de las cuotas que cobra el Departamento General de Irrigación de Mendoza para combatir la polilla de la vid. Esta situación llevó al Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen) a notificar a 75 productores sobre deudas pendientes relacionadas con este plan.
A pesar de la preocupación generalizada, desde la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI) se intentó llevar calma al sector. Fabián Ruggeri, presidente de ACOVI, señaló que no es la primera vez que el sector enfrenta la amenaza de la falta de fondos nacionales. “La mayoría de los años se amenaza con su ausencia, pero finalmente llegan. Pero esto es algo que no podemos resolver las entidades vitivinícolas sin el apoyo del gobierno provincial”, afirmó Ruggeri.
La incertidumbre sobre la llegada de fondos este año o el próximo mantiene a los productores en vilo. Si la falta de recursos se convierte en una constante, el enfoque de la lucha contra la plaga podría cambiar de “erradicación” a “convivencia”. En este escenario, cada productor tendría que decidir si combate la plaga en su propiedad, y las autoridades no podrían obligar a tomar medidas sin ofrecer el financiamiento necesario.
Este cambio en la política nacional plantea un desafío significativo para la producción vitivinícola en Cuyo. Mientras las provincias y los productores buscan alternativas, la sombra de la polilla de la vid sigue amenazando los viñedos, y la necesidad de soluciones urgentes es más apremiante que nunca.