Cría de búfalos: los principales desafíos en Argentina
La cría de búfalos en Argentina está experimentando un auge significativo, impulsado por su adaptabilidad a terrenos difíciles y una creciente demanda de carne bubalina en el mercado interno. En la octava edición de la Fiesta Provincial del Búfalo en Caá Catí, Corrientes, se resaltaron los logros y retos de esta actividad. Uno de los hitos destacados fue la posible formación del primer grupo CREA dedicado exclusivamente a la producción de búfalos, lo que marcaría un nuevo enfoque empresarial y metodológico para el sector.
Los 3 grandes desafíos de la cría de búfalos
Los grupos CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola), conocidos por fomentar la colaboración y el análisis en el sector agropecuario, reunieron a unos 100 productores en la estancia San Antonio, en Loreto, Corrientes, para analizar el potencial de la cría de búfalos en Argentina. Alejandro Socas, coordinador CREA en la región Litoral, explicó que este encuentro fue una oportunidad para evaluar el crecimiento y las oportunidades de este mercado, que ya cuenta con una población de búfalos cercana a las 270 mil cabezas en el país.
Socas explicó que los búfalos, a diferencia de los bovinos, prosperan en terrenos conocidos como “campos difíciles”: zonas planas y húmedas con esteros y bañados, donde el ganado vacuno suele tener problemas de producción debido a las condiciones ambientales adversas. En estas áreas, los bovinos presentan bajos índices de preñez y enfrentan altos costos de producción, lo que reduce su rentabilidad. En contraste, el búfalo, con una alta resistencia al agua y al barro, presenta menores costos de producción, convirtiéndolo en una alternativa rentable para los productores.
Sin embargo, la producción bubalina no está exenta de desafíos. Según Socas, los “tres cucos” o principales miedos en esta actividad son los aspectos económicos, el manejo de los búfalos y la comercialización de su carne.
1. Viabilidad económica
El primer “cuco” está relacionado con la rentabilidad de la cría de búfalos. Socas y los grupos CREA realizaron un análisis exhaustivo de la actividad utilizando datos de productores que ya llevan más de ocho años en el sector. Los resultados fueron alentadores, demostrando que la producción bubalina es económicamente viable, especialmente en campos de difícil acceso para el ganado bovino. La menor inversión necesaria y el costo reducido de producción por kilo de carne hacen que la actividad sea prometedora desde un punto de vista económico.
2. Manejo del búfalo
El segundo “cuco” es el manejo de los búfalos, ya que este animal fue históricamente percibido como más difícil y peligroso que el vacuno. Sin embargo, Socas desmitifica esta percepción, destacando que, con un manejo adecuado y una presencia humana constante, el búfalo puede ser incluso más dócil que el bovino. La clave, explica, radica en un trato cuidadoso y consistente; de esta forma, el búfalo se adapta bien al entorno y responde positivamente al manejo. Aquellos productores con experiencia en el trato de estos animales aseguran que son tranquilos y fáciles de guiar, desmintiendo así el estigma de que son agresivos o peligrosos.
3. Comercialización de la carne de búfalo
El tercer “cuco” es la comercialización. Muchos productores dudan de si lograrán vender su carne de búfalo y a qué precio. Aunque el mercado todavía se encuentra en una fase de desarrollo, los datos muestran un avance progresivo en la aceptación y distribución de la carne bubalina. Hoy en día, si bien parte de la producción se vende como carne vacuna sin diferenciación, algunos establecimientos ya están empezando a comercializar la carne específicamente como de búfalo, lo que podría aumentar su valor en el futuro. A nivel internacional, el mercado de exportación aún tiene espacio para expandirse, y Socas sugiere que con un enfoque estratégico, Argentina podría abrir nuevas oportunidades comerciales para la carne bubalina en el exterior.
El interés de CREA en la producción de búfalos responde al potencial de esta industria para convertirse en un sector sólido y rentable dentro del agro argentino. A medida que el INTA y los productores bubalinos avanzan en el desarrollo de programas de mejora genética y técnicas de manejo, el futuro de la actividad parece prometedor. En el norte de Corrientes, un grupo conocido como “Bufaleros del Iberá” ya está trabajando en la promoción de la carne de búfalo y en estrategias para aumentar su consumo, un paso importante para consolidar la producción en el mercado local.
Con la creación de un grupo CREA especializado en búfalos, los productores podrían beneficiarse de análisis rigurosos y de indicadores de producción estandarizados, permitiéndoles tomar decisiones informadas y optimizar sus operaciones. La metodología de los grupos CREA, centrada en el intercambio de conocimientos y el trabajo en equipo, podría ser clave para impulsar la producción bubalina en Argentina.
El crecimiento de la actividad bubalina refleja una evolución hacia una producción ganadera que aprovecha las particularidades del entorno y responde a las necesidades del mercado. Con cada vez más productores interesados en esta actividad, el búfalo se posiciona no solo como una alternativa económica en campos difíciles, sino como una opción que puede competir en calidad y sostenibilidad con la carne vacuna en el mercado argentino.