Crecen los robos de carne en Corrientes en 2025 y los productores implementan vigilancia propia
La inseguridad rural en la región de Santo Tomé, Corrientes, ha alcanzado niveles alarmantes. Productores denuncian un incremento exponencial en los robos de ganado y aseguran que cada semana deben enfrentar nuevas pérdidas. En respuesta, han comenzado a implementar medidas de vigilancia por su cuenta, ante la falta de soluciones efectivas por parte de las autoridades.
Uno de los afectados es Fernando Stein, un productor ganadero de la zona de Corrientes que ha sufrido múltiples ataques en su establecimiento habló con LA NACION. “Nosotros lo vivimos diariamente. No solo nos pasa a nosotros, también a los vecinos”, relató. Su última experiencia ocurrió el sábado al amanecer, cuando recibió el llamado de su encargado alertando sobre la faena clandestina de tres animales en su campo. “Dos de ellos estaban preñados y ya bastante grandes”, lamentó Stein, quien ya ha perdido catorce animales en lo que va del año, seis de ellos en los últimos dos meses.
Pérdidas económicas y falta de respuestas
El impacto económico en Corrientes es considerable. “Dos de los animales robados eran vaquillonas que compré en la cabaña Las Brisas, de Santo Tomé. Las iba a usar para reproducción. Cada una costaba entre 2 y 2,5 millones de pesos”, detalló Stein. Como en ocasiones anteriores, realizó la denuncia ante la policía y luego se dirigió a su campo para verificar lo ocurrido. “Cuando llegué, esperé a la policía, que llegó 30 minutos después para constatar la situación”, señaló.
Al revisar el terreno, encontraron múltiples cortes en los alambrados en al menos cinco sectores, pero ningún rastro claro de cómo habían sacado los animales. “Siempre cargan en un vehículo y dejan los cables tirados”, explicó. Hace una semana, un vecino suyo sufrió un ataque similar. “La policía logró atrapar a los ladrones, pero estuvieron solo tres días detenidos y después los liberaron. El delito es excarcelable, así que en dos días quedan libres“, agregó.
Vigilancia privada y temor entre los productores
Frente a la falta de soluciones concretas en Corrientes, los productores decidieron actuar por su cuenta y han implementado sus propios sistemas de vigilancia. “Formamos un grupo para tratar de frenar esta situación, pero no encontramos una solución efectiva. La inseguridad rural es cada vez peor”, afirmó Stein. En la región, ya hay establecimientos que han instalado reflectores y patrullas nocturnas para disuadir a los delincuentes. Sin embargo, muchos temen que esto no sea suficiente.
El problema no es solo policial, sino también judicial. “No tenemos una legislación firme que impida que estos delitos se repitan. Hoy los productores tenemos todo para perder y los ladrones, nada”, denunció Stein. Además del daño económico, el temor crece entre los productores. “Evitamos cruzarnos con esta gente en el campo porque puede pasar cualquier cosa. Nosotros recorremos con nuestras familias o empleados, y no sabemos si ellos están armados. Lo más seguro es que sí”, advirtió.
Reclamos de los productores y falta de acción
No es la primera vez que los productores advierten sobre esta crisis. Hace dos años, denunciaban que cada 20 días un productor sufría el robo y faena clandestina de sus animales. En mayo de ese año, un grupo de productores se movilizó en la Ruta 14 para visibilizar el problema y exigir mayor presencia policial. También pidieron más recursos para la Policía de Seguridad Rural y Ecológica (Priar), que con solo 30 efectivos, dos camionetas y dos motos debía patrullar 4000 kilómetros cuadrados en Corrientes.
A pesar de los reclamos en Corrientes, la inseguridad continuó sin cambios significativos. Hoy, los productores insisten en que la única salida es endurecer las penas. “Necesitamos que haya una ley que castigue de verdad estos delitos. Los delincuentes tienen impunidad absoluta. No hay manera de frenarlos si no hay consecuencias. Hoy, la justicia es una puerta giratoria”, concluyó Stein.
Mientras tanto, los productores siguen en alerta, implementando sus propios métodos de seguridad y esperando que, finalmente, las autoridades tomen medidas concretas para frenar esta problemática creciente en Corrientes.
