Conicet: “El aumento en el precio de la soja incrementa la indigencia a corto plazo”


Un reciente estudio del Conicet y la Universidad Nacional del Sur (UNS) ha revelado un fenómeno preocupante: un mayor precio de la soja al productor provoca un incremento en los niveles de indigencia en el corto plazo en Argentina. Este hallazgo, parte del trabajo “Exportaciones agropecuarias y pobreza en Argentina durante el período 1988/2019”, fue presentado por Juan Cruz Fernández como tesis para obtener su Magíster en Economía Agraria y Administración Rural.

El Impacto de la Soja en la Canasta Básica Alimentaria

El estudio utiliza el precio de la soja como un proxy del costo de las materias primas agropecuarias, que juegan un papel fundamental en el precio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), indicador clave para medir la indigencia. Según Fernández, cuando el precio de la soja sube, también lo hacen los alimentos, lo que impacta de manera negativa en los sectores más vulnerables.

Al aumentar la soja, los precios de los alimentos suben y, como consecuencia, también lo hace el nivel de indigencia“, sostiene el estudio, que se basa en un Modelo Autorregresivo de Rezagos Distribuidos (ARDL). Este modelo permitió analizar 28 regresiones con la tasa de pobreza y otras 28 con la tasa de indigencia como variables dependientes, proporcionando una visión detallada de la relación entre el sector agroexportador y los indicadores sociales.

Pobreza e Indigencia: Efectos en el Largo Plazo

El trabajo también encontró que, a largo plazo, el valor de la cosecha de soja puede aumentar tanto la pobreza como la indigencia, en parte debido a la relación entre los precios de la soja y el tipo de cambio real. El aumento de este índice revaloriza la producción exportable del sector agropecuario, pero también incrementa el precio de los alimentos consumidos por la población, especialmente los sectores más pobres.

El análisis sugiere que este fenómeno podría ser uno de los factores que agravan las desigualdades sociales en Argentina, al ser el sector agropecuario pampeano el más beneficiado por las mejoras en el tipo de cambio, mientras que el costo de la “mesa de los argentinos” se encarece para los sectores de menores ingresos.

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Efectos Contradictorios: Mejores Precios Internacionales vs. Suba Local

Curiosamente, el estudio también detecta que un incremento en los precios internacionales de los bienes agropecuarios podría reducir la pobreza y la indigencia a largo plazo, aunque este resultado no es robusto cuando se incorporan otras variables. Según Fernández, esto se debe a que mayores precios internacionales pueden generar mayor ingreso de divisas, lo que facilita la implementación de políticas redistributivas, como subsidios y programas de asistencia social.

No obstante, estas políticas a menudo enfrentan dificultades para ser sostenibles en el tiempo, pues tienden a desequilibrar el marco macroeconómico del país. En este sentido, la mejora en los precios internacionales de commodities como la soja podría tener un efecto dual: mientras que en el corto plazo incrementa la indigencia, en el largo plazo contribuye a reducirla si se canalizan los ingresos hacia políticas efectivas de distribución.

Un Desafío para la Economía Argentina

El estudio de Fernández plantea un reto fundamental para la política económica argentina: encontrar un equilibrio entre el mercado interno de alimentos, la necesidad de divisas para el crecimiento económico y la rentabilidad del sector agropecuario. El sector agroexportador genera los recursos necesarios para sostener la economía nacional, pero no parece tener, por sí solo, la capacidad de mejorar los indicadores sociales de manera directa.

La clave, según el investigador, está en canalizar los recursos generados por el sector agropecuario hacia otras ramas de la economía, como la industria y los servicios, que podrían generar empleo y mejorar la distribución de ingresos en los sectores urbanos, donde reside la mayoría de la población. De esta forma, el Estado y otros actores económicos jugarían un rol crucial al redistribuir los recursos hacia los sectores más necesitados, logrando así una reducción sostenida de la pobreza y la indigencia.

Este estudio revela la complejidad de la relación entre el sector agroexportador y la pobreza en Argentina. Si bien el aumento en los precios de la soja puede beneficiar al sector agropecuario, también incrementa los niveles de indigencia en el corto plazo debido al aumento en el costo de los alimentos. En el largo plazo, los beneficios económicos de mayores precios internacionales podrían reducir la pobreza, pero solo si se implementan políticas redistributivas sostenibles.