Creció la compraventa de campos, impulsado por la confianza y blanqueo


El mercado inmobiliario rural en Argentina está experimentando un notable repunte en la compraventa de campos agrícolas, impulsado por un renovado interés de los inversores. Tras meses de inactividad y dudas sobre el futuro, se observa un aumento en las consultas, recorridos por los establecimientos y cierre de operaciones, especialmente en la zona agrícola núcleo, donde ya se registra una suba del 10% en el precio de la hectárea para suelos de alta productividad.

Recuperación del valor de la tierra

De acuerdo con Juan José Madero, director de la División Campos de L.J. Ramos Brokers Inmobiliarios, el mercado se encuentra “sobredemandado” por campos agrícolas de clase uno, lo que generó una apreciación en los valores de estas tierras. Madero explicó en diálogo con LA NACIÓN que, tras un período complicado bajo la gestión del expresidente Alberto Fernández, los precios de los campos comenzaron a recuperarse de manera progresiva. Mientras que a fines del 2022 el valor por hectárea rondaba entre los 12.500 y 13.000 dólares, actualmente los propietarios están pidiendo hasta 18.000 dólares por hectárea, con la expectativa de que el mercado convalide esos precios.

Si bien algunos valores por encima de esta cifra ya se escuchan, Madero aclara que todavía están lejos de concretarse en operaciones. Otros tipos de campos, como los mixtos o de segunda calidad, están viendo una tendencia al alza más moderada, pero siguen siendo atractivos para ciertos inversores.

Campos, compraventa

Factores que impulsan el mercado de los campos

La confianza en el nuevo Gobierno es un factor clave en la revitalización del sector. Con la asunción de Javier Milei y la consolidación de su administración, los inversores comenzaron a confiar en una mejora económica, lo que se traduce en mayor movimiento en el mercado rural. A medida que se disipaban las dudas sobre el rumbo del Gobierno, especialmente a partir de marzo de este año, el interés por las tierras agrícolas se aceleró, llevando a un incremento en las operaciones concretadas.

Otro factor relevante es el programa de blanqueo de capitales impulsado por el Gobierno, que captó la atención de inversores que buscan resguardar su dinero en propiedades rurales. Aunque no siempre es fácil determinar si las compras están directamente vinculadas con el blanqueo, Federico Nordheimer, CEO de la inmobiliaria rural homónima, señaló un aumento claro en el interés por este tipo de activos. A diferencia del blanqueo de capitales implementado durante la gestión de Mauricio Macri, que no tuvo un impacto significativo en el mercado de campos, la actual coyuntura generó un ambiente más propicio para este tipo de inversiones.

Nordheimer atribuye esta tendencia, en parte, a las lecciones aprendidas durante la pandemia, donde sectores como el turismo y las oficinas sufrieron, mientras que el campo mantuvo su estabilidad. “Los nuevos inversores que antes no consideraban al sector rural, ahora ven en el campo una oportunidad de resguardo y estabilidad para su capital”, señaló.

Perfil de los compradores e impacto de la sequía

Los inversores actuales abarcan desde pequeños compradores que buscan campos de entre 100 y 400 hectáreas hasta grandes capitales que participan en operaciones de hasta 10 millones de dólares. Este rango diversificado refleja el creciente atractivo de las tierras agrícolas como un activo seguro en un contexto económico incierto.

Sin embargo, la sequía que afecta a diversas regiones del país es una preocupación latente para algunos inversores, quienes podrían retrasar sus decisiones hasta que las condiciones climáticas mejoren. Además, la caída de los precios internacionales de los commodities añade incertidumbre al panorama, lo que podría frenar la escalada de los precios de los campos en el corto plazo.

Campos, compraventa

Perspectivas

A pesar de los desafíos, los expertos del mercado rural confían en que el sector agrícola continuará siendo una inversión sólida y estable en los próximos meses. Mariano Maurette, responsable de Campos de Álzaga, Unzué y Cía, resaltó que el buen ritmo de las operaciones se debe a la confianza que los inversores depositan en la gestión actual y en el potencial del campo argentino. Además, destacó que aunque los campos agrícolas lideran el movimiento del mercado, los campos ganaderos también están comenzando a mostrar signos de recuperación.

El mercado de campos agrícolas en Argentina está viviendo un momento de crecimiento y consolidación, impulsado por la confianza en la recuperación económica, el blanqueo de capitales y el interés de inversores locales e internacionales. A pesar de los desafíos climáticos y económicos globales, el campo sigue siendo una opción atractiva para quienes buscan estabilidad y resguardo en tiempos de incertidumbre.