Como impacta la inflación en el aumento en los insumos ganaderos
En la actualidad, tanto los productores como los ciudadanos de Argentina, están observando con preocupación cómo la inflación continúa afectando su poder adquisitivo. En el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), se indicó que la inflación alcanzó el 13,2%, acumulando un 36,6% en lo que va del año 2024.
En el sector de la producción de carne, los insumos ganaderos han experimentado aumentos significativos. A pesar de esto, Diego Ponti, experto de la consultora AZ Group, sugiere que al analizar detenidamente los números, el panorama podría no ser tan desfavorable como lo perciben aquellos involucrados en la actividad ganadera.
En un artículo incluido en el informe mensual que AZ Group elabora para la Asociación Argentina de Angus, Ponti destaca la necesidad de discernir entre lo que es simplemente caro y lo que resulta verdaderamente costoso al momento de actualizar los precios de los insumos. Este análisis más detallado podría ofrecer una perspectiva menos negativa para los productores, a pesar de las notables subidas en los costos de producción.
Los costos de los insumos ganaderos al alza
En este periodo estacional que marca el inicio de la siembra de pasturas, verdeos y la confección de silos de maíz, los productores ganaderos en Argentina se enfrentan a una realidad de costos en alza que genera cierta inquietud, a pesar de las altas expectativas para la ganadería en 2024.
Uno de los principales desencadenantes de esta preocupación es la actualización del tipo de cambio oficial en un 127% a finales del año pasado, lo que ha resultado en un aumento significativo en las cotizaciones en pesos de los insumos dolarizados.
En retrospectiva, Diego Ponti, recuerda que durante gran parte del año pasado se recomendó estratégicamente a los productores anticipar la compra de insumos vinculados al tipo de cambio para protegerse de una eventual devaluación.
A pesar de estas precauciones, Ponti señala que en la actualidad todo parece costoso. Sin embargo, destaca la importancia de diferenciar entre lo que es simplemente caro y lo que resulta verdaderamente costoso en función de la retribución futura que se obtendrá, considerándolo como una inversión.
El experto ofrece ejemplos concretos para ilustrar esta distinción:
- Pastura para recría: En marzo de este año, se requieren un 23% más de kilogramos de ternero para sembrar una hectárea. Aunque la relación con el ternero parece “cara”, la pastura permite sumar kilos a pasto a un costo de $800 por kilo, mientras que el precio de venta de un ternero recriado de 340 kilos es de $1,800 por kilo.
- Verdeo de Avena: Actualmente se necesitan un 4% menos de kilos de ternero para hacer una hectárea de verdeo de invierno con avena. El costo del kilogramo producido en una recría corta, sumando 100 kilos por animal, es de $1,000 por kilo, mientras que el precio de venta del ternero recriado de 280 kilos es de $1,900 por kilo.
- Silo de maíz: En general, en la zona centro del país se mencionan valores alrededor de $450,000 por hectárea para la confección del silo de maíz. Según datos de AZ Group, históricamente, el costo total, incluyendo el alquiler de la tierra, se sitúa en US$100 por tonelada de materia seca, es decir, US$0.1 el kilo de materia seca.
La hacienda en suba: perspectivas y decisiones estratégicas
El aumento de costos en el sector ganadero, específicamente en insumos como el silo, sigue siendo un tema relevante tanto para la dieta animal como para estrategias de suplementación en momentos de escasez de forraje, según destaca Diego Ponti, experto de la consultora AZ Group.
A pesar de la actualización de costos, Ponti enfatiza que el silo continúa siendo altamente competitivo en relación con los precios de venta de la hacienda, ya sea como componente de fibra y volumen en la dieta o como estrategia para suplir deficiencias forrajeras.
El experto subraya que, si bien los costos se han incrementado, la hacienda también ha experimentado fuertes aumentos en el último año. Por ejemplo, señala que en un año, el precio del ternero de 340 kilos ha aumentado un 338%, mientras que el novillo ha experimentado un incremento del 287%.
Además, Ponti destaca las expectativas positivas para ambos casos, impulsadas por la escasez de oferta en el contexto de una demanda creciente, principalmente impulsada por las exportaciones.
En este contexto, el experto hace hincapié en la importancia de tener claros los objetivos y recursos disponibles, así como en la necesidad de presupuestar insumos, labores y precios de venta. Asimismo, subraya la importancia de calcular la retribución al capital invertido, evaluar el riesgo, comparar con alternativas y, finalmente, tomar decisiones estratégicas fundamentadas.
