Combustibles: Gobierno estableció aumentos par el biodiésel y bioetanol
La Secretaría de Energía de Argentina anunció un incremento en los precios de los combustibles destinados al corte obligatorio de combustibles fósiles, una medida que impactará en el costo final del gasoil y las naftas. Esta decisión se enmarca en el contexto de ajuste de precios a partir de la Resolución 16/2024 y 17/2024, que establecen los nuevos valores del biodiésel y el bioetanol, productos utilizados en porcentajes específicos en las mezclas con combustibles convencionales para reducir la dependencia del petróleo y las emisiones de gases contaminantes.
Aumento en el precio del biodiésel
La Resolución 16/2024 establece un nuevo valor de $1.023.649 por tonelada de biodiésel, que es utilizado en un 5% en la mezcla con gasoil para abastecer a las estaciones de servicio del país. Según informó la Secretaría de Energía, el pago a los productores de biodiésel deberá efectuarse en un plazo máximo de siete días desde la emisión de la factura, una disposición que busca garantizar el flujo de financiamiento de este insumo clave y evitar acumulaciones de deuda que afecten el abastecimiento.
El ajuste en el precio responde a la necesidad de alinearse con los costos reales de producción. Según lo establece la normativa, la Secretaría de Energía tiene la facultad de revisar estos precios y de ajustarlos cuando se detectan desfasajes entre los valores establecidos y los costos de elaboración. Esto permite reducir distorsiones que podrían impactar en el precio final del combustible en los surtidores, especialmente en contextos de alta inflación.
Nuevos valores del bioetanol
Paralelamente, la Resolución 17/2024 fija un precio mínimo para el bioetanol, diferenciando entre el bioetanol producido a base de caña de azúcar, que se estableció en $683,305 por litro, y el bioetanol elaborado a partir de maíz, cuyo precio mínimo se fijó en $626,273 por litro. Al igual que con el biodiésel, el plazo de pago para los proveedores de bioetanol será de 30 días a partir de la fecha de la factura.
Este biocombustible es utilizado en las mezclas de hasta 12% en las naftas que se comercializan en Argentina, y al igual que el biodiésel, permite reducir el consumo de combustibles fósiles. En el país, tanto el bioetanol como el biodiésel representan sectores importantes dentro de la matriz energética, debido a su capacidad para reducir las emisiones de dióxido de carbono y su potencial para generar empleo en las áreas rurales donde se cultivan las materias primas.
Un impacto en el sector de los biocombustibles
Estos incrementos en el precio del biodiésel y el bioetanol buscan también sostener la producción de biocombustibles y dar estabilidad a un sector que enfrenta desafíos debido al encarecimiento de los insumos y las fluctuaciones del mercado interno. Los productores, en particular, han insistido en la necesidad de ajustar los precios en función de los costos de producción para poder cumplir con los compromisos de abastecimiento.
Además, el sector ha sido uno de los beneficiarios de políticas de incentivo, aunque en el contexto actual los aumentos en los costos de producción han llevado a debates sobre la necesidad de revisar el sistema de precios de los biocombustibles. La actualización responde así a la necesidad de un equilibrio entre los costos y la sustentabilidad económica de las empresas productoras.
Perspectiva para el consumidor y el precio en surtidor
Para los consumidores, este incremento en los precios de los biocombustibles podría reflejarse en el costo final del combustible en las estaciones de servicio, dependiendo de cómo las petroleras trasladen este ajuste a los precios minoristas. No obstante, la medida también responde a una política de Estado para mantener una diversificación en la matriz energética que ayude a moderar la dependencia del petróleo y fomente el uso de fuentes de energía más sostenibles.
La Secretaría de Energía ha señalado que los precios de estos biocombustibles se mantendrán en vigor hasta que se realice una próxima revisión o se apruebe un nuevo esquema de precios. Esta política de revisión permanente de precios pretende, en última instancia, estabilizar el mercado energético y preservar la sustentabilidad del sistema de biocombustibles en el país.