China endurece su postura comercial para el 2025 y suspende frigoríficos del Mercosur

China ha tomado una medida que podría marcar un antes y un después en su relación comercial con el Mercosur. En una decisión que algunos analistas ya califican como el inicio de una “guerra comercial”, el gobierno chino ha suspendido de manera discrecional las importaciones de carne vacuna de siete frigoríficos y depósitos de frío, seis de ellos ubicados en naciones del bloque sudamericano.
La decisión, que fue comunicada por la agencia Reuters, se produce en un contexto en el que China había iniciado a finales de 2024 una investigación sobre posibles daños a su industria cárnica por las importaciones de carne bovina. Aunque en su momento se interpretó como una estrategia para reducir los precios de la carne importada, ahora se materializa en la suspensión de varios frigoríficos, con Brasil y Argentina entre los principales afectados.

Los frigoríficos sancionados
En Brasil, principal exportador de carne bovina a China y socio clave del gigante asiático, las plantas afectadas incluyen una unidad de JBS en Mozarlândia, otra de Frisa en Nanuque y una tercera de Bon-Mart en Presidente Prudente.
En Argentina, los frigoríficos sancionados son el Frigorífico Regional General Las Heras y el depósito de frío Frio Dock. Mientras tanto, en Uruguay la afectación recae sobre Frigorífico Sirsil.
Además, China incluyó en su listado a un frigorífico de Mongolia, lo que algunos interpretan como una maniobra para disimular que la acción está diseñada específicamente contra el Mercosur.

Un golpe para la industria cárnica regional
Si bien las restricciones afectan a un número limitado de plantas, en la industria cárnica del Mercosur existe el temor de que esta sea solo la primera de una serie de sanciones progresivas que podrían comprometer la sostenibilidad del negocio en la región.
El mayor impacto lo sufre Brasil, que ha consolidado su posición como el principal proveedor de carne bovina para China. Sin embargo, el golpe también es duro para Argentina y Uruguay. En el caso argentino, la inclusión del Frigorífico Regional General Las Heras no resulta del todo sorpresiva, ya que la empresa ha tenido antecedentes de incumplimientos con clientes chinos.
Por su parte, en Uruguay, Frigorífico Sirsil había sido objetado a principios de 2025 tras la detección de residuos de fluazuron en una partida de carne, un producto utilizado para el control de garrapatas.

China es el principal destino de las exportaciones de carne bovina del Mercosur. Solo en 2024, Brasil, Argentina y Uruguay enviaron millones de toneladas de carne vacuna al gigante asiático, lo que generó ingresos multimillonarios para la región. Sin embargo, la relación comercial ha sido tensa en varias oportunidades debido a restricciones sanitarias, demoras en las aprobaciones y controles fitosanitarios estrictos.
El trasfondo de esta decisión podría ir más allá de cuestiones meramente sanitarias o comerciales. China ha utilizado históricamente las importaciones de alimentos como una herramienta de presión diplomática y geopolítica. En este contexto, las suspensiones podrían ser una estrategia para presionar a los países del Mercosur en negociaciones futuras o para consolidar un mayor control sobre los precios de la carne importada.
Paraguay, la excepción
Un dato relevante es que Paraguay, también integrante del Mercosur, no se ha visto afectado por la medida. Sin embargo, esto se debe a que el país no tiene acceso al mercado chino, dado que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, una situación que lo excluye de la posibilidad de exportar carne vacuna al gigante asiático.

La industria cárnica del Mercosur enfrenta ahora un escenario de incertidumbre. Si China decide avanzar con nuevas restricciones, podría impactar severamente en la economía de los países exportadores, especialmente en Brasil y Argentina, que dependen en gran medida del mercado chino.
En este contexto, las autoridades de los países afectados podrían iniciar gestiones diplomáticas para buscar una solución o, en caso contrario, explorar nuevos mercados para diversificar las exportaciones y reducir la dependencia del gigante asiático.
Por ahora, la medida adoptada por China genera preocupación y obliga a la región a estar en alerta ante posibles nuevas restricciones en el futuro cercano.