Chicharrita del maíz: preocupación en el NEA por el aumento de la plaga en 2025
Un informe de la Red Nacional de Monitoreo de la chicharrita del maíz advirtió sobre un incremento significativo en la presencia de la chicharrita del maíz en la región del NEA, especialmente en Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe. La plaga genera preocupación entre los productores debido a que, en el 23% de las 76 localidades relevadas, los cultivos de maíz se encuentran en estadios fenológicos vegetativos tempranos a intermedios, lo que los hace vulnerables a los daños causados por este insecto transmisor de enfermedades.
El informe, publicado a fines de febrero, confirma la tendencia de aumento en la población de chicharrita, un fenómeno habitual en esta época del año debido a la extensión de la superficie sembrada con maíz. Si bien la situación actual no es tan crítica como la registrada un año atrás, los expertos recomiendan intensificar el monitoreo en las áreas más afectadas e implementar estrategias de control químico si fuera necesario.
Situación de la chicharrita del maíz en las diferentes regiones
En el NOA, una de las zonas endémicas de la chicharrita del maíz, el informe destaca un aumento del 18% en el número de localidades que capturaron más de 50 adultos por trampa. Sin embargo, la mayoría de los maíces en esta región (80% de los 51 sitios analizados) se encuentran en estadios fenológicos avanzados, lo que reduce el riesgo de afectación por la enfermedad que transmite el vector.
En el NEA, el incremento en la presión de la chicharrita del maíz es más preocupante. En Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe, los maíces en estadios tempranos representan un sector vulnerable, en especial aquellos sembrados tardíamente. Los especialistas señalan la importancia de continuar con el monitoreo para comprender la dinámica poblacional de la plaga y mitigar su impacto en los cultivos.
En el Litoral, el informe también reporta un incremento en la presencia del vector, con un aumento del 19% en las localidades con más de 21 adultos capturados por trampa, en particular en Entre Ríos. No obstante, en esta región predominan los maíces tempranos, de los cuales el 73% ya se encuentra en estadios reproductivos avanzados, lo que minimiza el riesgo de daño significativo.
En la región Centro Norte, la presencia de la chicharrita del maíz se detectó en menos de la mitad de las localidades analizadas (47%), aunque la presión aumentó en el noreste de Córdoba y el norte de Santa Fe. A pesar de esto, el 82% de los maíces se encuentra en estadios vegetativos tardíos o reproductivos, lo que reduce su susceptibilidad.
Por otro lado, la región Centro-Sur no registró cambios significativos con respecto a mediciones previas. En el 96% de las localidades analizadas no se detectó presencia de Dalbulus maidis, mientras que el 94% de los cultivos ya pasó las fases de mayor riesgo.
La importancia del monitoreo y el manejo integrado
Si bien muchos cultivos han superado la etapa crítica de afectación, los especialistas insisten en la necesidad de continuar con el monitoreo de la plaga. Alejandro Vera, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y coordinador de la Red Nacional de Monitoreo, subrayó la importancia de conocer la dinámica poblacional de la chicharrita en las diferentes zonas agroecológicas para desarrollar estrategias de manejo más efectivas.
El seguimiento continuo de la plaga es clave para prevenir brotes severos en campañas futuras. El monitoreo sistemático, combinado con el uso de herramientas de control químico y biológico cuando sea necesario, permitirá a los productores minimizar el impacto de la chicharrita en los cultivos de maíz y garantizar mejores rindes.
