La chicharrita del maíz preocupa a los productores de Estados Unidos
La chicharrita del maíz, un insecto que causó estragos en diversas regiones de América, está comenzando a generar preocupación en Estados Unidos, el mayor productor de maíz del mundo. Este insecto, conocido científicamente como Dalbulus maidis, es el vector de una serie de enfermedades que afectan gravemente a los cultivos de maíz, como el “achaparramiento del maíz”. Recientemente, investigadores de la Universidad de Missouri Extension confirmaron la presencia de esta enfermedad en el estado de Missouri, un hallazgo que encendió las alarmas debido a la proximidad de esta región con el “corn belt” estadounidense, la zona agrícola más productiva en cuanto a maíz.
La plaga de la chicharrita del maíz
La expansión territorial de la chicharrita es particularmente preocupante porque esta plaga comenzó a moverse hacia zonas donde anteriormente no era común. Tradicionalmente, este insecto se encontraba en regiones más cálidas del sur de Estados Unidos, como Oklahoma, Texas y algunas partes de California. Sin embargo, su reciente aparición en Missouri, un estado que limita con Iowa, Illinois y Nebraska, llevó a especulaciones sobre la posibilidad de que la plaga podría avanzar aún más hacia el norte, afectando a los principales estados productores de maíz.
Esta situación tiene preocupantes paralelismos con lo sucedido recientemente en Argentina. En el país sudamericano, la chicharrita es una plaga endémica del norte, pero este año se desplazó hacia el sur, afectando gravemente a importantes zonas maiceras del centro-norte de Córdoba y Santa Fe. El impacto fue devastador, con significativas pérdidas en la producción, lo que llevó a un replanteo en las estrategias de manejo de plagas y en las proyecciones de siembra para las próximas campañas.
En Estados Unidos, donde la producción de maíz alcanza cifras récord, la expansión de esta plaga podría tener consecuencias igualmente graves. En la última campaña, Estados Unidos produjo casi 390 millones de toneladas de maíz, y aunque se espera que la cosecha del próximo ciclo sea ligeramente inferior, con alrededor de 385 millones de toneladas, sigue siendo una producción colosal, casi diez veces mayor que la de Argentina. Si la chicharrita del maíz continúa su avance hacia el norte y logra establecerse en el cinturón maicero, el daño potencial podría ser inmenso, afectando no solo a la economía agrícola estadounidense, sino también al suministro global de maíz.
La preocupación se intensifica debido a la capacidad de este insecto para adaptarse y expandirse a nuevas áreas, facilitada posiblemente por cambios en el clima y en las prácticas agrícolas. Además, la capacidad de la chicharrita para transmitir múltiples patógenos agrava aún más la amenaza, ya que puede provocar una rápida propagación de enfermedades en las áreas infestadas.
Los agricultores y las autoridades agrícolas de Estados Unidos están ahora en alerta máxima, monitoreando de cerca la expansión de la chicharrita del maíz y evaluando posibles medidas de control para evitar que esta plaga se convierta en una crisis a gran escala. Las lecciones aprendidas en Argentina y otros países afectados por esta plaga serán cruciales para desarrollar estrategias efectivas de manejo en Estados Unidos.
La reciente detección de la enfermedad del achaparramiento del maíz en Missouri, provocada por la chicharrita del maíz, marca un punto de inflexión en la lucha contra esta plaga en Estados Unidos. Si bien la situación aún está en sus primeras etapas, la posibilidad de que el insecto se expanda hacia el corazón del cinturón maicero estadounidense representa una amenaza seria y tangible para la producción de maíz en el país. La respuesta de los agricultores y de las autoridades agrícolas en las próximas semanas y meses será crucial para determinar el impacto final de esta plaga en la producción agrícola de Estados Unidos y, por extensión, en el mercado global del maíz.