Chicharrita del maíz: cuáles son las claves para enfrentar a la plaga según el Congreso Internacional
La actual campaña de maíz en Argentina está marcada por una preocupación significativa: la proliferación de la plaga conocida como chicharrita del maíz. Este insecto, junto con los virus y bacterias que transmite, generó un impacto considerable en los rendimientos y plantea serios desafíos para el próximo ciclo de siembra.
Impacto de la chicharrita de maíz en la producción
Las labores de maíz en Argentina están en un momento de transición, con las últimas cosechadoras del ciclo 2023/24 operando en el sur de Buenos Aires y los primeros lotes de la nueva temporada siendo sembrados en Santa Fe y Entre Ríos. Sin embargo, la chicharrita del maíz, que provoca la enfermedad del “achaparramiento del maíz”, ha encendido las alertas en toda la región. Esta plaga es conocida por su capacidad para reducir drásticamente los rendimientos, y las previsiones actuales estiman una cosecha de 46,5 millones de toneladas, más de 10 millones por debajo de lo que se podría haber alcanzado sin la presencia de este insecto.
Preocupación en el Congreso Internacional de Maíz
La preocupación por la chicharrita fue evidente en el reciente Congreso Internacional de Maíz celebrado en Córdoba. Durante el evento, 12 de los 37 paneles abordaron el problema de la chicharrita y el achaparramiento. Los expertos del INTA y otras instituciones destacaron la capacidad de la plaga para sobrevivir en ausencia de maíz, refugiarse en cultivos invernales y mantener altas poblaciones gracias a su longevidad y capacidad de reproducción.
Avances en la gestión de la plaga
A pesar de la gravedad de la situación, se han presentado avances prometedores. Augusto Casmuz del INTA y otros expertos destacaron la importancia de gestionar la plaga de manera estratégica, aprovechando el conocimiento y las herramientas de manejo desarrolladas hasta ahora. Además, la investigación ha identificado que el material germoplasmático resistente y la tecnología de monitoreo avanzada podrían ofrecer soluciones efectivas a medio plazo.
Un enfoque integral para el manejo de la plaga es crucial. Alejandro Pérez de la Universidad Nacional de Córdoba subrayó la necesidad de una “conciencia comunitaria” y la colaboración entre todos los actores involucrados en el control de la plaga. Se han registrado en el país el 60% de los productos necesarios para combatir la chicharrita, tanto químicos como biológicos. Sin embargo, los expertos advierten que es esencial aplicar un enfoque integrado, utilizando insecticidas compatibles con los enemigos naturales de la chicharrita y desarrollando estrategias de manejo en conjunto.
Los semilleros están desempeñando un papel clave en la respuesta a la plaga. Damián Scarabotti y otros especialistas en semillas informaron sobre el desarrollo de híbridos con buena tolerancia a la chicharrita y el mejoramiento de germoplasmas para adaptarse a las condiciones locales. Esta innovación es fundamental para enfrentar la plaga y mejorar los rendimientos en futuras campañas.
Impacto del clima y las heladas
Federico Zerboni de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) destacó que el invierno frío ha tenido un efecto positivo, reduciendo las poblaciones de chicharritas. La Red Nacional de Monitoreo ha mostrado que el invierno ayudó a controlar las poblaciones de la plaga, y la información recopilada permitirá a los productores tomar decisiones informadas sobre la siembra.
Lecciones de Brasil
El Congreso también incluyó valiosas lecciones de Brasil, donde la chicharrita es endémica desde hace años. Los expertos brasileños compartieron estrategias como la rotación de cultivos, la eliminación del maíz guacho y el uso de semillas tratadas. Estas prácticas han demostrado ser efectivas en la gestión de la plaga y podrían ser adaptadas para enfrentar los desafíos en Argentina.
La plaga de chicharrita del maíz representa un desafío significativo para la producción de maíz en Argentina, pero también ha impulsado avances en la investigación y el manejo integrado de plagas. La combinación de esfuerzos en investigación, desarrollo de nuevas tecnologías y prácticas de manejo estratégico ofrece una base sólida para enfrentar la plaga y mitigar su impacto en la próxima campaña.