Chicharrita del maíz: La bioestimulación para su control
La chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), reconocida por su difícil manejo, es uno de los mayores retos para los agricultores. Este insecto no solo daña directamente el cultivo, sino que también es responsable de transmitir enfermedades como el achaparramiento y el rayado fino, las cuales pueden reducir drásticamente el rendimiento.
Un reciente estudio sobre la chicharrita del maíz liderado por Acadian Plant Health (APH) en colaboración con la Universidad Estadual Paulista (UNESP) de Botucatu ha demostrado que los bioestimulantes a base de Ascophyllum nodosum, un alga marina originaria del Atlántico Norte, pueden jugar un rol clave en fortalecer los cultivos contra estas adversidades.
Estrategias de bioestimulación
El estudio se desarrolló durante las temporadas de cultivo 2023 y 2024, evaluando el uso de extractos de Ascophyllum nodosum aplicados de forma foliar, tanto de manera aislada como en combinación con insecticidas biológicos para controlar la chicharrita del maíz. Según Samir Filho, coordinador de Desarrollo de Mercado de APH, el objetivo principal fue activar el metabolismo de resistencia en las plantas de maíz frente al estrés biótico y abiótico.
La investigación incluyó diversos tratamientos:
- Control positivo (cultivos protegidos contra chicharritas).
- Control negativo (cultivos expuestos al ataque).
- Uso de insecticidas biológicos, tanto de forma aislada como combinados con el extracto de alga marina.
Resultados principales
- Mayor vigor de las plantas:
El uso del extracto, solo o combinado con insecticidas biológicos, aumentó significativamente el vigor en comparación con los cultivos expuestos al ataque. Aunque el control positivo mostró el mayor vigor al estar completamente protegido, el extracto ayudó a mitigar las pérdidas en condiciones adversas. - Respuesta frente al achaparramiento:
Si bien el bioestimulante no redujo la incidencia de la enfermedad, las plantas tratadas con el extracto mostraron un mejor desarrollo incluso en presencia de Dalbulus maidis. - Aumento en fitoalexinas:
Se observó un incremento en la producción de zealexina, una sustancia defensiva clave frente a factores de estrés biótico, lo que refuerza la capacidad de las plantas para resistir patógenos. - Incremento en pigmentos fotosintéticos:
Las plantas tratadas con el extracto mostraron niveles más altos de clorofila, superando incluso al control positivo en algunos casos, lo que favorece la fotosíntesis y el crecimiento. - Reducción del estrés oxidativo:
Las plantas tratadas con Ascophyllum nodosum presentaron menores niveles de peróxido de hidrógeno (H₂O₂) y peroxidación lipídica (MDA), indicadores de menor estrés oxidativo. - Mejora en componentes de producción:
Los cultivos tratados lograron un mayor número de granos por hilera y mazorca, traduciéndose en incrementos de rendimiento.
Un complemento eficaz para la producción
Aunque el extracto de Ascophyllum nodosum no actúa directamente sobre la chicharrita del maíz, su uso como bioestimulante fortalece el cultivo, mejorando su tolerancia y rendimiento incluso bajo condiciones adversas. Según Filho, estas aplicaciones permiten obtener plantas más robustas y resistentes, capaces de mitigar el impacto de las plagas y enfermedades.
El manejo de la chicharrita del maíz continúa siendo un desafío para los agricultores brasileños. Sin embargo, herramientas innovadoras como los bioestimulantes ofrecen soluciones complementarias para enfrentar este problema. Su capacidad para activar mecanismos internos de defensa en las plantas abre nuevas posibilidades para una producción más sostenible y resiliente.
Con una proyección de 119,8 millones de toneladas de maíz para la temporada 2024/2025, según la CONAB, la adopción de tecnologías como estas podría marcar la diferencia en la lucha contra las pérdidas de rendimiento causadas por plagas como la chicharrita del maíz.