Carne vacuna: aseguran que el precio debe subir en mostradores


A lo largo del año, el precio de la carne vacuna en los mostradores aumentó a un ritmo más lento que el de la inflación general en Argentina. Según el último informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para julio fue del 4%, mientras que los precios de los cortes vacunos subieron solo un 1,7% mensual.

Desafíos del mercado de carne vacuna

  1. Desfase de Precios: El aumento más moderado en los precios de la carne vacuna en comparación con la inflación general refleja una dificultad en trasladar los aumentos de los costos de hacienda al precio final en las carnicerías. A pesar de la necesidad de ajustes para cubrir los costos, el poder adquisitivo del salario disminuyó, limitando la capacidad de los consumidores para aceptar precios más altos.
  2. Consumo y Competencia: El consumo de carne vacuna se mantuvo estable en alrededor de 120 kilos anuales por habitante, pero la carne aviar ganó terreno, superando o igualando el consumo de carne vacuna. Este cambio en la preferencia de los consumidores se debe a la diferencia de precios y a la menor carga que la carne aviar representa para el bolsillo de los consumidores.
  3. Impacto de la Inflación: Entre enero y julio, la inflación general del IPC aumentó un 87%, mientras que los precios de la carne vacuna solo subieron un 54,3%. Esta discrepancia indica que el precio de la carne no reflejó completamente la desaceleración de otros bienes y servicios.
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Perspectivas Futuras

  1. Tendencia de Precios: Se anticipa que a medida que la presión inflacionaria disminuya, el poder adquisitivo de los consumidores podría mejorar, lo que podría llevar a una mayor resistencia en los precios de la carne. Además, la faena de hacienda se vio afectada por la seca, y con una menor oferta de carne, es probable que los precios comiencen a subir. Los consignatarios en la Exposición de Palermo señalaron que el precio de la hacienda de consumo está atrasado y debería estar alrededor de $3.000 por kilo vivo, según las cifras inflacionarias.
  2. Producción y Faena: Se proyecta que la faena de carne vacuna para el año cerrará en torno a 13,5 millones de cabezas, con una producción de 3,1 millones de toneladas, lo que representa una disminución de 200.000 toneladas respecto a 2023. La extracción de vacas fue alta, y se enfrenta el desafío de recomponer el número de terneros y vientres en producción para estabilizar la oferta en el futuro.
  3. Retenciones y Mercado: La eliminación de retenciones a la vaca de exportación podría también llevar a un aumento en los precios de esta categoría, que eventualmente se trasladaría al consumo interno.

Aunque los precios de la carne vacuna subieron menos que la inflación, se espera que con la reducción de la presión inflacionaria y una oferta más ajustada, los precios comiencen a ajustarse en los próximos meses, especialmente entre octubre y noviembre, cuando históricamente se registran los mayores ajustes. La tendencia hacia un mayor ajuste de precios parece probable, dado el contexto de oferta limitada y la evolución de la inflación.