Carne vacuna: advierten que la caída del consumo frena los precios de la hacienda
La caída del consumo de carne vacuna continúa y actúa como un freno sobre los precios, a pesar de la disminución en la oferta de ganado en las últimas semanas.
Aunque se esperaría que esta situación condujera a un aumento en los precios en los mostradores, la realidad es que los intermediarios del negocio no pueden trasladar completamente los incrementos en los remates del Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) al público, debido a las limitaciones en el poder adquisitivo de los consumidores.
Según el análisis realizado por el mercado ganadero de Rosario (Rosgan), esta situación refleja la resistencia de los consumidores a aceptar nuevos aumentos de precios, incluso si eso implica reducir el consumo de carne vacuna, algo que anteriormente no se observaba tan claramente en el mercado argentino.
Rosgan estima que, a diferencia de otros años, el negocio de la carne experimentará una dinámica atípica en los próximos meses. Aunque por lo general los precios tienden a aumentar entre marzo y junio debido a factores estacionales, se espera que en este período los valores se mantengan relativamente estables, sin grandes fluctuaciones.
Cambios en los hábitos del consumo
El panorama del consumo de carne este año presenta un cambio significativo de hábitos, impulsado por la pérdida del poder adquisitivo del salario. Los consumidores están optando por alternativas más económicas como el pollo o el cerdo.
A pesar de que los precios de los alimentos parecen no tener un límite definido, el Gobierno ha anunciado planes para reducir impuestos a la importación de alimentos y productos de la canasta básica, con la intención de disminuir los precios en este sector.
Aunque no se espera un impacto directo en los precios de la carne vacuna debido a la importación de productos, se anticipa que habrá una mayor oferta de otras carnes, especialmente de cerdo, cuyos precios más bajos ya están generando una competencia significativa en los puntos de venta.
Es importante destacar que este cambio en los hábitos de consumo se produce a pesar de que los precios de la carne vacuna han aumentado por debajo del índice de inflación. Según los últimos datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), el aumento en febrero fue del 4.2%, en comparación con el 13.2% registrado por el Índice de Precios al Consumidor.
Caída del consumo
Estos datos ilustran la desaceleración que los consumidores han comenzado a ejercer en la compra de carne vacuna, en un contexto económico marcado por fuertes aumentos en los bienes y servicios y un deterioro en la capacidad adquisitiva de los salarios.
Sin embargo, esta situación ya era perceptible el año pasado. El Rosgan analizó tanto los precios como los volúmenes y llegó a la conclusión de que durante el segundo semestre de 2023, el consumo de carne vacuna comenzó a mostrar una tendencia decreciente, a pesar de que los precios se mantuvieron estables.
Esta tendencia se ha vuelto más evidente en los primeros meses de este año, donde al analizar los datos de producción y exportación se calcula que el consumo por habitante ha disminuido a 44 kilos, en comparación con los 48.5 kilos del bimestre anterior.