Carinata: el cultivo que es furor en el mundo


El cultivo de carinata en Argentina está experimentando un crecimiento significativo, impulsado por su potencial en la producción de biocombustibles de segunda generación, especialmente para la industria aeronáutica. La carinata, una oleaginosa invernal, contiene aproximadamente un 48% de aceite no comestible de alta calidad, lo que la convierte en una materia prima valiosa para biocombustibles sostenibles.

La demanda de carinata supera actualmente la oferta y está en constante crecimiento. Según Nuseed S.A, la empresa que comercializa sus semillas en Argentina, se proyecta sembrar 80,000 hectáreas este año, un aumento significativo respecto a las 34,000 hectáreas del año pasado. Sin embargo, aún se está lejos de las 200,000 hectáreas necesarias para satisfacer completamente la demanda, que incluye exportaciones a Francia para procesamiento en biocombustibles.

Beneficios agronómicos y ambientales

Sebastián Bravo, gerente del negocio de carinata en Argentina y Uruguay, brindó una entrevista con La Nación donde destacó varios beneficios agronómicos y ambientales del cultivo:

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  • Sustentabilidad: la carinata permite producir biocombustible que puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 80%, contribuyendo a los objetivos globales de reducción de emisiones en la aviación.
  • Mejora del Suelo: el sistema radicular de la carinata mejora la estructura del suelo y aumenta la infiltración de agua.
  • Control de Malezas: con una altura de 1,70 metros, proporciona una cobertura completa del suelo, inhibiendo el crecimiento de malezas y reduciendo la necesidad de agroquímicos.
  • Eficiencia en el Uso del Agua: requiere 250 mm menos de agua que el trigo, lo que la hace más eficiente en términos de recursos hídricos.

Además del alto contenido de aceite, la carinata tiene un alto contenido proteico, lo que la convierte en un subproducto valioso para la alimentación de porcinos, aves y vacunos. Esto añade un valor económico adicional al cultivo, haciendo que sea una opción rentable y versátil para los productores.

Argentina es actualmente el líder en la producción de carinata, seguido por Uruguay. En 2023, Estados Unidos se unió con 1,000 hectáreas, y en 2024 se espera que Paraguay, Brasil, Francia, España y Bolivia también comiencen a producir este cultivo. La empresa tiene como objetivo alcanzar un millón de hectáreas en Sudamérica en los próximos diez años.

La empresa ha establecido importantes alianzas estratégicas, incluyendo un acuerdo de diez años con BP Products North America Inc., para el desarrollo y posicionamiento de biocombustibles a nivel mundial, y con Saipol de Francia, el mayor procesador de biodiésel de Europa.

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Aunque el cultivo de carinata muestra un gran potencial, aún enfrenta desafíos significativos:

  • Expansión de la Superficie Cultivada: Alcanzar las 200,000 hectáreas necesarias para satisfacer la demanda sigue siendo un reto.
  • Infraestructura y Logística: La expansión de la producción requerirá mejoras en la infraestructura y la logística para manejar mayores volúmenes de producción y exportación.
  • Sostenibilidad del Mercado: Mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda en un mercado en rápido crecimiento será crucial para evitar desequilibrios que puedan afectar la rentabilidad del cultivo.

En este contexto, la carinata se perfila como un cultivo prometedor en Argentina, con beneficios agronómicos y ambientales significativos y un mercado en expansión impulsado por la demanda de biocombustibles sostenibles. Con el apoyo de alianzas estratégicas y un enfoque en la sostenibilidad, el cultivo de carinata tiene el potencial de convertirse en una parte integral del sector agrícola y energético de Argentina.