Carbap rechazó la postulación de Ariel Lijo y encendió el debate en la Corte Suprema


La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) manifestó su fuerte oposición a la posible designación del juez Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En un comunicado reciente, la entidad, que tiene un importante peso en la opinión pública del sector agropecuario, expresó su preocupación respecto a la idoneidad de Lijo para ocupar un cargo tan relevante en el sistema judicial argentino.

Carbap cuestiona la capacidad de Lijo para impartir justicia de manera imparcial y confiable, afirmando que el juez estuvo envuelto en numerosos debates que, según la entidad, un magistrado probo y respetable no debería generar. La confederación argumenta que, en un momento en que el país necesita atraer inversiones significativas para impulsar el crecimiento económico, es crucial contar con una seguridad jurídica que, a su entender, la postulación de Lijo no garantizaría.

En su declaración, Carbap subraya la misión fundamental de la Corte Suprema: asegurar la supremacía de la Constitución, garantizar la equidad en el proceso político democrático y proteger los derechos fundamentales. La entidad pone énfasis en que el éxito de esta misión depende críticamente de la idoneidad, moralidad, virtudes cívicas, compromiso democrático y competencia de sus integrantes. Según Carbap, la posible inclusión de Lijo en el máximo tribunal del país podría resultar en una pérdida de confianza y legitimidad para la Corte Suprema en su conjunto, así como en una visión negativa por parte de los inversores, que son vitales para el desarrollo del país.

Finalmente, Carbap, que representa a un amplio sector de productores en Buenos Aires y La Pampa, reiteró su desacuerdo con la postulación de Ariel Lijo a la Corte Suprema, destacando la importancia de mantener la confianza en el sistema judicial como un pilar para el crecimiento y la estabilidad económica del país.

Quién es Ariel Lijo, el rechazado de Carbap

Ariel Lijo es un juez federal argentino que estuvo al frente de varias investigaciones de alto perfil en el país. A lo largo de su carrera, manejó casos que involucran a importantes figuras políticas y temas de gran repercusión mediática.

Uno de los casos más destacados en los que trabajó es la causa Ciccone, que involucró al entonces vicepresidente Amado Boudou. Lijo procesó a Boudou por su supuesta participación en un esquema de corrupción relacionado con la imprenta Ciccone Calcográfica, lo que generó críticas y presiones desde sectores del kirchnerismo. Este caso es uno de los que lo colocó en el centro de la atención pública.

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Lijo también estuvo a cargo de la investigación sobre el encubrimiento en la causa AMIA, un caso histórico en Argentina que trata del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994. En esta causa, Lijo elevó a juicio a figuras como el ex presidente Carlos Menem, el jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy, y el ex juez Juan Galeano, acusándolos de encubrimiento.

Además, el juez investigó otros casos de corrupción, como el que involucró a María Julia Alsogaray, una funcionaria durante el gobierno de Carlos Menem, y a otros funcionarios de alto nivel. Lijo también llevó adelante investigaciones relacionadas con posibles aportes de campaña al kirchnerismo en 2007, que habrían estado vinculados a beneficios con negocios estatales, y el caso de las coimas que Siemens admitió haber pagado para conservar el contrato por los DNI, involucrando a ex presidentes como Menem y Fernando de la Rúa.

La trayectoria de Ariel Lijo lo convirtió en una figura clave dentro del sistema judicial argentino, manejando casos que tuvieron un gran impacto político y social en el país.